«Esta noche, cuando termine este partido, se hablará de vosotros en todo el mundo». Estas fueron las palabras que el difunto gran Bruno Metsu dirigió a su selección de Senegal cuando se acercaban los últimos minutos de su debut en la Copa Mundial de la FIFA. Calificarlas de proféticas sería quedarse corto.
Al vencer a Francia, vigente campeona del mundo y de Europa, los Leones de la Teranga de Metsu escribieron su nombre en la historia de la Copa Mundial. «Pueden decir lo que quieran», dijo recientemente El Hadji Diouf a FIFA+, «pero es la mayor victoria que ha visto el torneo».
No iba a ser un triunfo aislado. Diouf y sus compañeros, inspirados por algunos célebres predecesores africanos, se clasificaron invictos en su sección antes de eliminar a Suecia en octavos de final.
«Queríamos seguir dando guerra como lo había hecho Camerún con Roger Milla y compañía cuando llegaron a cuartos de final en 1990», explicó Diouf. «Jay-Jay Okocha y Nigeria también nos cautivaron cuando llegaron a los octavos de final en 1994 y 1998.
«Nos decíamos: ‘Si Okocha y Milla lo hicieron, ¿por qué nosotros no podemos? Muchachos, nosotros podemos hacerlo’. Sentíamos que nos debíamos a nosotros mismos crear un poco de historia africana y mundialista».
Espoleados por las clarividentes palabras de Metsu, Diouf y sus compañeros de los Leones hicieron precisamente eso.
Con información y foto de FIFA.