Por: Diego Morales
Twitter: @diegostress
A pesar de que aún faltan más de 3 años para que se lleve a cabo la próxima fiesta grande del fútbol en Catar, las autoridades de dicho país ya han previsto diversas normativas a aplicarse en tal territorio dentro de las cuales no podían dejar pasar por alto la venta de bebidas alcohólicas, misma que se ve afectada con un impuesto del 100% sobre su precio y que entró en vigencia el 1 de enero del año en curso.
¡Hecha la ley, hecha la trampa! Diríamos los guatemaltecos, pensando en que los aficionados que ingresen a Catar provenientes de otros países podrían llevar consigo una cantidad considerable de alcohol repartida en su equipaje, sin embargo no se permite el ingreso de dicho tipo de bebidas al país bañado por las aguas del Golfo pérsico, desde hace varios años, medida de seguridad que sin duda alguna será más estricta previo y durante la magna celebración del futbol mundial. A pesar de ello algunos residentes se abastecieron previo a la entrada en vigencia de la conocida como “ley del pecado”, la cual afectará no solamente a las bebidas alcohólicas sino también al tabaco y a la carne de cerdo, productos normados por las leyes islámicas.
Otro aspecto que considerar es que el consumo de alcohol en Catar solamente es permitido para los extranjeros, tomando en cuenta que un alto porcentaje de los habitantes de dicho país son nacidos en otros países, sin embargo no se permite hacerlo en la vía pública sino únicamente en bares, hoteles y espacios con una licencia para poder comercializar este tipo de productos; medida que se deberá esperar para ver si se vuelve más flexible considerando la magnitud del evento a llevarse a cabo.
Los precios de las bebidas alcohólicas según varios portales de la web podrán ser aproximadamente los siguientes: una caja de 24 cervezas rondaría los 105 dólares americanos, un litro de ginebra podría costar 93 dólares, mientras que por una botella de vino sudafricano se podría pagar US$23, todos ellos haciendo la conversión respectiva a la moneda local: riales catarís.
Esta situación afectará no solamente a los aficionados que usualmente suelen dimensionar al Mundial como un espacio para “armar una fiesta” fuera de los límites deportivos sino también a las empresas dedicadas a la comercialización de estos productos las cuales deberán buscar medidas alternativas para no dejar de ser competitivos en el mercado catarí; sin embargo considero importante el evaluar dicha coyuntura desde la perspectiva de querer organizar un evento con la menor cantidad de percances posibles tomando en cuenta que Catar es el país con índice de criminalidad más bajo del mundo.
Sin duda alguna será una celebración en la que se unan muchas naciones y permitirá que convivamos como hermanos unos con otros, y como dijo George Brassens: “el mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte”.