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Fútbol Internacional

El fútbol, a la última moda

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El fútbol no escapa a la moda y muchos jugadores no sólo son sus principales seguidores sino que son ellos mismos los que marcan tendencias con su propio estilo. La revista 1904 de la FIFA dedica la edición de diciembre para repasar algunos nombres destacados entre esos futbolistas fashion víctimas y aquellos que apuestan por un estilo más personal, pero inolvidable.

Víctimas de la moda

Los futbolistas son los ídolos de muchos jóvenes, a quienes les gustaría jugar y triunfar como ellos, pero que muchas veces deben conformarse con imitar su look.
Pero el que quiera imitar a David Beckham por su peinado, mejor que tenga un buen amigo peluquero. Desde sus comienzos en el Manchester United, con cara de niño y melena con flequillo, Becks lo ha probado todo. Desde la cabeza completamente rapada a las trenzas, una cresta estilo mohicano, pelo largo teñido o con mechas, con coleta o diadema, son muchas las tendencias que ha probado el Spicy Boy.
En el vestuario del Real Madrid coincidió con otro fashion victim como José María Gutiérrez ‘Guti’. Ambos lideraron una pasarela de moda en el equipo merengue.
Gracias a su tirón, las empresas de moda, complementos o cosméticos se han fijado en los futbolistas para sus campañas publicitarias. Puede que Beckham sea el principal exponente, pero otros, como Fredrik Ljungberg, también han tenido su hueco. El pelo rapado y el torso desnudo del sueco han sido un icono en los últimos años. Cristiano Ronaldo, Kaká o Thierry Henry no sólo han desfilado en pasarelas sino que cuentan con su propia colección de ropa.

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Por los pelos

Hay otros jugadores que no se fijan tanto en la moda, pero con su estilo crean una marca personal.
Los años ’60 y ’70 fueron los del cambio. Los jóvenes querían romper con lo establecido dejándose el pelo largo o luciendo largas patilla, y lo mismo hicieron jugadores como el norirlandés George Best o el alemán Paul Breitner, que destacaban no sólo por su buen juego, sino por su estilo capilar.
En los ’80 y ’90 cambiaron los gustos. Entre los más destacados estaba el tridente neerlandés del AC Milan… y no sólo por su espectacular juego en la época dorada del conjunto rossoneri. Marco Van Basten, Jugador Mundial de la FIFA en 1992, estaba acompañado por dos figuras llamativas: Frank Rijkaard, con una inconfundible cabellera ondulada, y Ruud Gullit, con largas rastas.
La Copa Mundial de la FIFA 1994 fue un escaparate del look de los ’90. ¿Quién no recuerda el pelo crispado y alborotado de los colombianos Carlos Valderrama y René Higuita? Otro de los destacados fue el estadounidense Alexi Lalas. Su estilo Jesucristo Superstar en pelirrojo fue muy comentado. Pero la tendencia del año la marcó la Albiceleste. Fernando Redondo, Ariel Ortega, Gabriel Batistuta o Claudio Caniggia pusieron de moda la diadema para que el pelo no molestara durante el juego.
La cinta en la cabeza fue ampliamente copiada, pero hay otros jugadores realmente inimitables. El nigeriano Taribo West llamaba la atención en el campo con su pelo recogido en unas pequeñas trenzas de colores. El neerlandés Edgar Davids también peinaba trencitas, pero además resultarán inolvidables aquellas gafas especiales con las que jugaba por prescripción médica.
También la barba puede ser seña de identidad. El delantero alemán Kevin Kuranyi se cuida mucho de que su perilla de tiralíneas esté perfecta cada vez que salta al campo.

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Y ya no por moda, sino por orgullo herido, al final de su carrera profesional, el genial Bobby Charlton lucía un peculiar peinado: trataba de ocultar su incipiente calva dejándose el pelo largo de un lado para peinarlo al lado opuesto.

Las excentridades de los porteros

En el mundo del fútbol siempre se ha hablado de lo especial que es ser guardameta. Solos bajos los palos, todas las miradas puestas en sus aciertos y sobre todo, sus errores, introvertidos, callados, y … ¿un poco excéntricos?
Su estilo a la hora de vestir muchas veces revela esa particular personalidad. En un paseo por el tiempo, cuando todavía se jugaba con balones de cuero, el español Ricardo Zamora realizaba grandes paradas con una gorra de cuadros escoceses bien calada para el FC Barcelona y Real Madrid en los años ’20 y ’30.

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Otro grande de la historia fue el ruso Lev Yashin, la Araña Negra. Además de por su agilidad y estilo, fuera de lo común en los ’50 y ’60, su indumentaria completamente negra fue su sello. Luego llegaría el italiano Dino Zoff, quien con su sempiterna camiseta larga de color gris levantó la Copa Mundial de la FIFA España 1982. El mexicano Jorge Campos rompió con todos los esquemas clásicos y lució unas camisetas de manga corta que combinaba varios colores chillones en EEUU 1994. El francés Fabien Barthez heredó la tendencia de las mangas cortas, defendiendo su portería de esa guisa bajo cualquier condición meteorológica.
En la actualidad, el portero más carismático por su vestimenta es el checo Petr Cech. Una lesión en el cráneo ha obligado al guardameta del Chelsea saltar al campo luciendo un casco de rugby para proteger su cabeza de los choques fortuitos.

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