Le costó arrancar, pero el FC Barcelona ya ha puesto velocidad de crucero. Después de un inicio fulgurante, los blaugranas entraron en un bache que amenazó con terminar con los cimientos de un club que lleva muchos años haciendo las cosas bien. Luis Enrique estaba en el disparadero, y su sonada mala relación con Messi era portada en todos los periódicos.
Perdieron con claridad contra el Real Madrid, perdieron en el ‘’Parque de los Príncipes’’, y el juego que les había caracterizado estas últimas temporadas era una reminiscencia. Luis Suárez empezó tarde, Messi no estaba a su mejor nivel, y la defensa no estaba asentada. La derrota en Anoeta fue el culmen. Sonaban las alarmas.
No obstante, esa inesperada debacle pareció servir de impulso a un equipo que ahora va lanzado. Y es que los azulgranas han ganado 19 de los últimos 20 partidos que han disputado, un 95%. Han elevado su media goleadora en Liga de 2,35 goles por partido hasta un increíble 3,41. Además han salido victoriosos contra clubes de la talla del PSG, el Manchester City y el Real Madrid, más recientemente. Los goles encajados también han subido, casi uno por encuentro, pero no ha sido determinante.
Messi ya ha vuelto a ser el mismo, y Luis Suárez comienza a parecerse a aquel delantero que deslumbró en el Liverpool. Piqué y Mathieu se han asentado en el centro de la defensa, y hay una idea de juego más definida. Final de Copa del Rey, cuartos de Champions y líderes en Liga. Único pero, la derrota contra el Málaga en el Nou Camp.