«Creo que ese día nos graduamos», así hablaba el gran Freddy Rincón (QEPD) sobre el partido Colombia-Alemania que tuvo lugar en San Siro el 19 de junio de 1990.
Los Cafateros acudían a la Copa Mundial de la FIFA Italia 1990 por segunda vez, la primera desde 1962, y llegaban con un equipo lleno de talento individual.
«Decidimos un nuevo estilo de juego», explicó el seleccionador Francisco Maturana. «Hasta entonces el plan de juego consistía en tratar de encerrar al rival. Solías terminar el partido agotado de tanto correr, con lágrimas, con la sensación de no haber jugado», agregó.
Eso es exactamente lo que hicieron Rincón, Carlos Valderrama y compañía, y su primer partido en Italia, una derrota por 2-0 ante Emiratos Árabes Unidos, supuso la primera victoria del país en la Copa Mundial. Sin embargo, una derrota por la mínima ante Yugoslavia les obligó a sacar algo de la poderosa Alemania Occidental, a la postre ganadora, en su último partido del Grupo D.
Si la tarea era difícil al principio, se convirtió en casi imposible cuando, a falta de dos minutos, Pierre Littbarski adelantó a los de Franz Beckenbauer. Sin embargo, Colombia continuó jugando a su manera y se vio recompensada a los tres minutos del tiempo de descuento, cuando Valderrama enhebró un delicioso balón para que Rincón restableciera la igualdad y sellara el pase a octavos de final.
Fue, como señaló más tarde Rincón, «mi primer y único gol en un Mundial». «Seguramente», añadió, «fue el más importante de mi vida».
Con información de la FIFA.
