Cuando llegó Rusia 2018, Cristiano Ronaldo tenía 33 años y ya estaba consolidado como uno de los grandes del fútbol de todos los tiempos.
Sin embargo, a pesar de todos sus títulos europeos con su club y su país, este icono portugués, que ha batido récords, no había conseguido -en sus tres intentos anteriores, y según su propio nivel- encender una Copa Mundial de la FIFA™.
Todo eso cambió en el estreno de Portugal en Sochi en 2018. Ronaldo había marcado dos goles en la primera parte, pero parecía que iba a acabar perdiendo, ya que una selección española dominante entró en los últimos minutos con una ventaja de 3-2.
Cuando Portugal ganó un tiro libre a 25 metros de la portería, no había duda de quién iba a lanzarlo. Por otra parte, Ronaldo había intentado anteriormente no menos de 44 tiros libres directos en los grandes torneos, y no había marcado ninguno.
Sin embargo, esta jugada a balón parado fue un modelo de perfección. Pasó por encima de la barrera y entró por la escuadra, asegurando el triplete número 51 de la carrera de Cristiano y, en palabras del propio jugador, «el mejor».
España estaba destrozada. Pero el seleccionador Fernando Hierro se lamentaba después: «Cuando tienes a un jugador como Ronaldo, estas cosas pueden pasar».
Con información y foto de FIFA.