El Real Madrid ve más cerca el título de Liga después de sumar tres nuevos puntos en San Mamés. Otra vez el VAR avisando al colegiado, otra vez Sergio Ramos desde el punto de penalti y otra vez que el FC Barcelona está obligado a ganar si no quiere quedarse a siete puntos del líder.
El equipo blanco estaba ante la que posiblemente fuera la prueba más difícil en este maratón que lleva a sumar la 34ª Liga y para ella no podría contar ni con Hazard ni con Varane por lesión. Poco le preocupaba eso a Zidane que además dejaba a Kroos en el banquillo, participando en las ya habituales rotaciones.
Su equipo arrancó el choque encarnando a la perfección el papel de líder, con mucha autoridad a la hora de presionar y de construir el ataque. El primer aviso lo dio Asensio con una falta a los tres minutos que puso en aprietos a Unai Simón y originó una segunda jugada en la que Benzema no acertó a rematar bien cuando estaba solo en el área pequeña. Algo parecido le sucedería más tarde a Rodrygo (min. 22) y al mismo Benzema al filo del descanso (min. 45).
La mejor oportunidad para el Athletic en un primer tiempo que fue de más a menos, tal vez debido al calor matutino, estuvo también en la cabeza. En la de Raúl García en el minuto 16, que se encontró con los puños apostados de Courtois.
Sergio Ramos, infalible desde los once metros
Tras el paso por los vestuarios, el pulso se mantuvo equilibrado hasta que en el minuto 70 Gil Manzano llamó al colegiado del campo, González González, para que revisara un choque de Marcelo y Dani García. Analizó el árbitro las imágenes y señaló el punto de penalti. Ahí nunca falla Sergio Ramos (min. 73), que acumula ya 19 penas máximas materializadas de manera consecutiva. Su décimo gol en Liga y el séptimo tras el parón.
Por delante en el marcador de San Mamés y con la mente puesta en los siete puntos que le distanciaban en la tabla con el Barça, los de Zidane supieron dormir lo que quedaba de partido. Zidane introdujo cambios en el centro del campo y las bandas para asegurarse la posesións y esa es siempre la mejor manera de que el minutero acelere hasta el 97.
Tensión y tángana incluida para finalizar y el Real Madrid que vuela a la capital con los deberes hechos y obligando al Barça a ganar en Villarreal.
