Elegir una travesía a nado de 175 kilómetros por la costa del caribe guatemalteco, no fue una decisión difícil para el atleta de resistencia Alberto Méndez Alcain.
En búsqueda de “crear conciencia” en la sociedad sobre el padecimiento de cáncer en cientos de niños guatemaltecos, Alberto se propuso el reto “Aquatlón Caribe 2014”, que consistió en nadar en aguas abiertas siendo “un buena forma de encontrarle sentido a la iniciativa”, llevada a cabo con el apoyo de la Asociación Signos Vitales.
Con una amplia sonrisa y lleno de satisfacción, Alberto tocó tierra firme el pasado domingo en la Base Naval de Santo Tomás de Castilla, Izabal, punto culminante a la travesía de nueve días y dividida en siete etapas.
Con espíritu altruista y demostrando gran tenacidad para cumplir sus objetivos, Alberto explicó que su principal objetivo es llamar la atención y conseguir que los guatemaltecos se unan a la causa solidaria por medio de la recaudación de fondos que serán donados a la Unidad de Transplante de Médula Osea del Hospital General San Juan de Dios.
“Aportes para la realización de quimioterapias es una de las necesidades básicas de la Unidad, que atiende entre 65 y 100 pacientes nuevos cada año”, detalla Alberto.
Según el atleta de 46 años, el tiempo empleado para completar la prueba fue de aproximadamente 48 horas, nadando desde la entrada a Río Dulce, por las costas de Livingston, Bahía La Graciosa, Bahía de Amatique, Punta de Manabique, Bahía Sand, Puerto Barrios y finalmente Santo Tomás de Castilla.
Luego del desafío a nado, Alberto iniciará junto a la Asociación Signos Vitales una serie de actividades para recaudar fondos (para más información se puede consultar su fan page en Facebook: Aquatlón por la Vida).
Haber vivido de cerca el drama de la enfermedad, debido al fallecimiento de su primo Alejandro a los nueve años de edad, fue una de las razones que motivaron a Alberto para que desde 2009 iniciara con los eventos de aquatlones.
Su primera experiencia fue completar la circunvalación del Lago de Atitlán, travesía de 80 kilómetros que efectuó en seis etapas. Al año sigueinte nadó 28 kilómetros sin parar para atravesar el Lago de Petén Itzá. En 2011 fue la Travesía del Lago de Izabal, nadando 48 kilómetros sin descanso. Y en 2012 repitió la circunvalación de Lago de Atitlán.
Alberto Méndez es considerado uno de los mejores nadadores de aguas abiertas del Continente y competirá el próximo año en la prueba “8 Bridges” en el Río Hudson, en Nueva York.