La selección mexicana ha ido fortaleciendo sus argumentos hasta llegar a la semifinal de la Copa de Oro. Estados Unidos ha sabido resistir, y los dos favoritos siguen en ruta de un nuevo choque en la final.
Pero está por verse si no se interponen en los planes una Canadá mejorada y un Qatar convertido en invitado incómodo.
México llega al duelo de este jueves ante la selección canadiense en el Estadio NRG después de ofrecer su mejor actuación en el certamen, al golear el sábado 3-0 a Honduras con todas las dianas convertidas en un lapso de 12 vertiginosos minutos.
“Vi bien a mi equipo, yendo de menor a mayor. Hoy fue nuestra mejor actuación, por el rival y porque fue en cuartos de final. Sentimos que hicimos un buen partido. Sin duda esto nos da confianza para el siguiente encuentro”, analizó el estratega argentino Gerardo “Tata” Martino luego de certificar el pase a las semifinales.
El Tri aspira a ampliar su dominio en el torneo de naciones de la CONCACAF. Desde 1991, cuando éste comenzó a disputarse bajo el formato actual de Copa de Oro, México ha conquistado ocho cetros en nueve finales.
Los canadienses, cuyo dinamismo se reflejó en la victoria de 2-0 sobre Costa Rica en los cuartos de final, apelan a sus mejores recursos para soñar con una final, instancia a la que únicamente accedieron en la edición de 2000, en la que levantaron su único cetro con este formato.
La satisfacción mexicana no se limita al funcionamiento colectivo, sino al comportamiento de los aficionados en las gradas. Durante la victoria ante Honduras, no se escuchó el grito homofóbico por el que ha sido sancionada económicamente la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y amenazada de recibir castigos más severos que vinculen el aspecto deportivo.
“Quiero agradecer a la gente por el comportamiento en estos partidos. Esto ha beneficiado al desarrollo del equipo”, comentó Martino sobre el hecho de que no se haya presentado el grito soez en los duelos más recientes.
Del otro lado de la llave, los jóvenes estadounidenses saldrán al Q2 Stadium de Austin después de conseguir con apuros una reñida victoria de 1-0 sobre Jamaica para disputar por 15ta ocasión las semifinales del certamen desde 1991.
Estados Unidos ha accedido a la final en 11 ocasiones y levantado el trofeo de campeón en seis.
“El partido ante Jamaica realmente nos ayudó de gran manera a la hora de prepararnos para la siguiente prueba, que será aún más complicada porque nos vamos a enfrentar a un rival que también nos va a exigir al máximo y debemos estar preparados para aceptar el reto”, analizó el estratega Gregg Berhalter.
El nuevo desafío estadunidense es el invitado Qatar, que ha sido una de las revelaciones después de finalizar en la primera posición del Grupo D y despachar 3-2 en los cuartos de final a El Salvador.
El conjunto qatarí, anfitrión del próximo Mundial, presume el ataque más letal del certamen con Almoez Ali, quien es líder goleador con cuatro tantos, seguido por su compañero Abdulaziz Hatem con tres.
Desde 1991, mexicanos y estadunidenses han chocado en la final en seis ocasiones, con un saldo de cinco victorias tricolores.