SAN FRANCISCO (AP) — Harding Park es un campo de golf público con un historial de campeones de elite.
Tiger Woods era el número uno del mundo cuando ganó aquí el Campeonato Mundial de Golf en 2005, y cuando se fue con marca de 5-0 en la Copa Presidentes Cup de 2009. Rory McIlroy se encontraba en la cima del golf mundial cuando se convirtió en el primer jugador en ganar siete duelos para ganar el Match Play de 2015.
El San Francisco Open finalmente llegó a Harding Park en 1944. El ganador fue Byron Nelson.
El campo también albergó un evento de la PGA en la década de 1960, llamado Lucky International. Seis de los siete campeones del torneo se encuentran actualmente en el Salón de la Fama. El otro fue George Archer, quien más tarde conquistó un Masters.
¿Habrá algo en esta joya municipal, construida entre cipreses de Monterey y a la orilla del Lago Merced, que les permita brillar a los mejores jugadores de golf? ¿O es una simple coincidencia?
El Campeonato de la PGA, que inicia el jueves, se dispone a sumarse a ese legado.
“Pone a prueba todos los aspectos del juego”, dijo McIlroy el miércoles. “En un gran campo de golf, pero no es muy abierto. Miren, creo que tal vez es un poco de coincidencia que los mejores jugadores vengan y ganen aquí la mayoría de las veces. Pero creo que eso dice mucho del campo, que permite que jueguen, y les permite la libertad de salir a jugar como ellos quieren”.
Solo hay algo seguro: será un PGA Championship diferente.
Luce como un major, con fairways estrechos, pero no como si fueran pistas de bolos. El rough es espeso, incluso más ahora que se anticipa que se presente mayor humedad por una capa marina en el lugar durante toda la semana.
Pero esa es la única sensación de que se trata de un major.
No habrá espectadores, como en cualquier torneo durante un año de pandemia por COVID-19 que puso freno al deporte durante tres meses y dejó a los jugadores agradeciendo la oportunidad de al menos poder competir por los grandes torneos.