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Tenis

La increíble historia de Andrea Weedon

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Compartimos esta nota del Diario La Hora.

Resiliencia, es la palabra con la que se autodescribe Kirsten-Andrea Weedon, tenista profesional guatemalteca. Una mujer luchadora, que desde pequeña aprendió que para alcanzar las metas y sueños tenía que priorizar, así como sacrificar ciertas cosas. Y que a pesar de los tropiezos que ha tenido a lo largo de su carrera deportiva, siempre ha encontrado la manera de salir, seguir y poner en alto el nombre de Guatemala.

Andrea Wedoon en entrevista para Nosotras LH contó el trayecto de su carrera deportiva, con todos sus altos y bajos, pero que la hacen ser la persona que es hoy en día.

Desde antes que Andrea naciera sus padres jugaban al tenis como un hobby, su mamá inclusive estando embarazada de ella lo practicaba, “empecé el tenis antes de nacer”, comentó entre risas. Desde pequeña las ganas de practicar el deporte estuvieron presentes, pues, aunque a duras penas pudiera manejar el peso de la raqueta de tenis la arrastraba por todos lados, por lo que a los seis años comenzó a jugar en una academia de niños.

EL CAMINO POR EL MUNDO DEL TENIS

Luego de tres años practicando el tenis, a los nueve años Andrea ganó su primer torneo centroamericano, y siempre lo recordará como uno de los momentos que más la han marcado, pues fue cuando le empezaron a reconocer que “tenía algo” cada que jugaba, haciendo que su pasión por el deporte se consolidará.

Seguir entrenando se convirtió en la vida de Andrea, y en Tampico, México alcanzaría a ganar su primer torneo juvenil mundial. Entre sonrisas mencionó: “me recuerdo que en la final yo estaba totalmente sola, no tenía entrenador, no tenía amigos haciéndome porras, era yo contra el mundo supuestamente”

SACRIFICIOS, LA DESPEDIDA DE UN SUEÑO, Y LA RESILIENCIA

Practicar un deporte a nivel profesional es algo conocido por los sacrificios que la gran mayoría debe conllevar, Andrea es un claro ejemplo de ello; para seguir entrenando con un nivel de intensidad alto se salió del colegio para estudiar en línea, por lo que nunca tuvo todos esos hitos y experiencias que comúnmente se viven en los centros educativos.

También tuvo que sacrificar tiempo, eventos e inclusive funerales familiares, por torneos de tenis en los que tenía que estar, “te pierdes momentos y tiempo, al final eso es lo más valioso que tenemos, porque son cosas que nunca se pueden repetir”.

El apoyo es una de las claves que recalcó es importante para practicar el tenis en Guatemala, una tarea difícil de llevar a cabo en el país, puesto que es un deporte costoso, que exige mucho tiempo, y que si no se tiene eso se debe buscar estar entre los mejores para tener el soporte de la Federación Nacional de Tenis y el Comité Olímpico de Guatemala.

Por lo que uno de los sueños de Andrea era continuar practicando tenis, hacerlo a un nivel profesional, pero apoyar a sus papás económicamente, de modo que obtuvo una beca universitaria en Estados Unidos, lo cual le ayudaría a cumplir esos objetivos.

Sin embargo, a los 18 años sus planes cambiaron en cuestión de segundos; mientras jugaba un torneo en otro país sufrió una rotura de músculo en el hombro derecho, y perdió su beca universitaria.

“Eso me marcó mucho de forma negativa, me hizo retirarme, no quería saber nada del tenis, siempre he sido muy abierta de hablar de la salud mental y eso me hizo caer en una depresión porque toda mi vida giraba alrededor de eso”, reconoció.

Fueron momentos muy difíciles para la guatemalteca, tanto en recuperación física como mental, no obstante, cuando la vida tiene planeado algo siempre se encarga de ponerlo en el camino sí o sí, y Andrea retornó a las canchas varios años después, tras un periodo de entrenamientos jugó su primer torneo: Billy Jean King Cup, el torneo más importante por equipos de países del mundo.

“El amor me hizo regresar al tenis, el amor de lo que sentía por representar a Guatemala, y regresar y cambiar mis metas a jugar por todo lo que era en selecciones por el país y en Ciclo Olímpico”.

De modo que otro momento muy importante dentro del mundo del tenis para Andrea fue ganar su primer título profesional en dobles junto con Melisa Morales en Paraguay, así como todas las medallas conseguidas en ciclos olímpicos.

“Me recuerdo que en la final yo estaba totalmente sola, no tenía entrenador, no tenía amigos haciéndome porras, era yo contra el mundo supuestamente”

Kirsten-Andrea Weedon, tenista profesional guatemalteca

En el torneo por equipos mencionado con anterioridad Guatemala siempre perteneció al grupo dos, es un evento donde se deben ganar dos de tres partidos para subir de grupo. En 2017 el país logró ascender al grupo uno, Andrea siempre ha pertenecido al equipo, lleva más de 13 nominaciones, sin embargo, ese año ella no ganó su partido.

Entonces su anécdota más especial ocurrió el año pasado, a sus 32 años, cuando de nuevo disputando este torneo consiguió alzarse con la victoria en el partido para ascender lo cual fue muy único para ella.

UNA RESPONSABILIDAD MUY ESPECIAL

Para Andrea ser considerada la raqueta número uno del país y representar a Guatemala en torneos internacionales es una responsabilidad muy grande, pero algo que le encanta, muy especial y lindo poder vivir.

“En los torneos internacionales sos la cara del país”, por lo que para ella es fundamental estar consciente en todo momento de su comportamiento, del trato hacía las demás personas, del cuidado a las instalaciones y canchas.

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