Intenso fue el esfuerzo del tirador Enrique Brol durante la Final de la Copa del Mundo de escopeta de la ISSF, en Nicosia, Chipre, donde logró el octavo puesto en la prueba de doble foso, con lo cual cerró el año en competencias al más alto nivel.
Su buen desempeño durante las 5 rondas de clasificación, con 135 puntos, lo llevó a pelear la ronda del desempate por la semifinales, junto al hindú Asab Mohd y el italiano Marco Innocenti. En el emocionante desenlace, fue Mohd quien se quedó con la sexta plaza para buscar las medallas (tuvo 12 aciertos contra 11 del europeo y 7 del guatemalteco).
Por primera ocasión un guatemalteco vio acción en una final de la Copa del Mundo de la ISSF, hecho que llenó de satisfacción a Enrique, quien se manifestó “contento y emocionado por haber tenido esta oportunidad”. Al mismo tiempo consideró que fue una experiencia distinta “por el nivel de presión entre los competidores, ya que la competencia es más filtrada que los Juegos Olímpicos, porque estamos solamente los medallistas mundiales”.
Sobre el desarrollo de la prueba, contó: “Fue un día tranquilo, sin mayores problemas por el clima. Sin embargo me afectó una mala ronda (24 sobre 30 tiros en la segunda tanta) que no me dejó avanzar directo a semifinales”. Brol obtuvo punteos de 29, 24, 28, 28 y 26.
Para el atleta de 37 años y puesto 16 del ranquin mundial, esta fue una gran medición con 10 de los exponentes a quienes tendrá de rivales el próximo año en los Juegos Olímpicos de Rio, cita a la que se sumará su hermano Hebert.
Dentro de los 56 participantes en la Final de la Copa del Mundo, Enrique fue el único latinoamericano registrado oficialmente. Su derecho a intervenir se lo ganó tras ganar la medalla de plata en la Copa del Mundo de Larnaca, Chipre en abril pasado.
