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Así le ha ido a Messi contra el Bayern Munich en la Champions

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Lionel Messi recuperó el protagonismo. Le costó la adaptación al París Saint Germain, eso está claro por sus números y su implicancia en el equipo parisino durante la primera temporada. Pero en este 2022, en apenas 18 partidos oficiales, ya mejoró sustancialmente su desempeño en las estadísticas y también en la ascendencia que tiene dentro de un plantel repleto de estrellas. Todo iba, entonces, sobre ruedas, hasta que este lunes en Nyon su peor pesadilla apareció en el camino hacia su máximo objetivo: la Champions League.

El sorteo de los octavos de final deparó que el Bayern Munich de Alemania, ese que ensombreció sus últimos años en el Barcelona de España antes de la resonante salida del conjunto catalán, vuelva a ser su rival en la búsqueda de darle al PSG la primera Orejona de su historia, esa que tuvo tan cerca en agosto de 2020 cuando, en plena pandemia, el equipo bávaro le arrebató en Lisboa.

Messi no formaba parte de aquel equipo dirigido por Thomas Tuchel (sí estaban Ángel Di María y Paredes), pero sí el rosarino había formado parte de la burbuja que se montó para poder definir la Champions de aquella temporada. El recuerdo, claro, no es el mejor.

Es que en aquellos cuartos de final, a partido único, el Bayern Munich le propinó la que, hasta el momento, es la peor derrota de su carrera futbolística: un 2-8 inapelable, papelonesco, en el que además llevaba la cinta de capitán del Barcelona, sin poder modificar el curso del encuentro como tantas otras veces hizo.

Hasta ese momento, Messi casi siempre había sido protagonista positivamente en los duelos ante los bávaros. El recuerdo más fresco es cuando descaderó a Jerome Boateng, el 6 de mayo de 2015, por el juego de ida de las semifinales.

Ese día, el rosarino marcó dos tantos para el 3-0 de Barcelona, a los 32 y a los 35 minutos del segundo tiempo. El restante fue de Neymar en el tiempo adicionado.

El del recuerdo fue el segundo, cuando Messi recibió de Rakitic, con un enganche le rompió la cadera a Boateng y luego la picó ante la salida de Manuel Neuer. Barcelona, más allá de la victoria de los bávaros 3-2 en la vuelta, pasó a la final para luego coronarse en la final ante Juventus.

La otra vez que pudo eliminarlo fue en los cuartos de final de 2009, gracias a otra actuación sublime: dos goles y una asistencia en el 4-0 que practicamente sentenció la serie (en Alemania empataron 1-1). Sí, esa vez también pudo levantar la Orejona con el Barcelona, tras pasar al Chelsea en semis y al Manchester United en la final.

En el debe, además de aquel 2-8, quedó la serie de 2013, por las semifinales de Champions, cuando el 0-4 (también inapelable) en Munich, donde jugó los 90 minutos, fue irremontable para Messi y compañía. Incluso el rosarino fue suplente en el 0-3 que los bávaros consiguieron en el Camp Nou.

Ahora, la historia puede ser muy diferente. Más allá que el PSG finalizó segundo en una definición de grupo tremenda con el Benfica, Messi está en pleno punto de ebullición, con 12 goles y 14 asistencias en estos tres meses que llevan de competencia… y se viene el Mundial de Qatar 2022.

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