Confiada en su talento y constancia, la jugadora Sofía Ximena Olivares Romero dio el salto a la selección mayor con apenas 15 años y los resultados importantes no tardaron en llegar.
Los azares del destino la llevaron a iniciarse en el boliche, luego de que por la pandemia del covid-19 tuvo que abandonar la práctica del baloncesto.
Ximena tiene claro su objetivo de convertirse en una de las mejores bolichistas de Guatemala y entrena incansablemente para seguir creciendo en el deporte de alto rendimiento.
Este año Ximena vivió una de sus mejores experiencias, luego de terminar en el Top 8 en el Campeonato Mundial Juvenil en Lima, Perú, jugando en la categoría Sub-21.
En esta entrevista con CDAG, en la sede de Guate Bowling, Ximena habló de sus sueños, aprendizajes, metas y motivaciones como jugadora juvenil.
De la duela a la pista
Ximena, quien recién culminó tercero básico en el Colegio Evelyn Rogers, cuenta sobre sus inicios en el boliche.
“Yo practicaba baloncesto, pero debido a la pandemia ya no pude seguir. A los meses, unos amigos de mis papás nos invitaron a mi hermano (Juan Carlos, también seleccionado) y a mí a la academia de boliche y desde el primer entreno nos gustó mucho”, recuerda.
La joven atleta admite que nunca imaginó que podía dedicarse a este deporte de forma profesional y relata que con el paso del tiempo empezó a destacar en las competencias nacionales.
Ximena guarda en su memoria el momento exacto en el que descubrió que el boliche sería su pasión: “En 2022 tuve mi primera competencia internacional en Costa Rica. Ese viaje cambio por completo mi visión del deporte, porque destaqué y decidí que quería practicando para seguir viajado a competir”, rememora.
El deporte como estilo de vida
Ximena explica cuál es el vínculo que tiene con su deporte: “el boliche es más que un deporte, es una forma de vida. Más que lanzar y botar pines, el boliche me ayuda a ser una mejor versión de mí. Es un reflejo de la disciplina y constancia que ponemos en los entrenos y competencias”, resume.
Y habla sobre los constantes aprendizajes como jugadora de alto rendimiento: “Lo más importante es la disciplina y la constancia, sin entreno no se llega lejos. Es importante aprender a conocerse, a manejar nuestros miedos, nervios y a encontrar formas de distraer la mente”, añade.
Objetivos bien definidos
Cuando a Ximena se le pregunta sobre sus metas en el boliche, responde con firmeza: “Me encantaría ser campeona mundial y poder demostrar que, aunque no comencé tan joven en este deporte, si es posible llegar lejos”.
Además, sueña con ser considerada una de las mejores bolichistas del país y representar con orgullo a Guatemala, tanto en selecciones juveniles como en la mayor.
Sus inspiraciones
Ximena se desarrolló admirando a la nueva camada de bolichistas nacionales, pero también reconoce a una de las leyendas: “He visto un gran crecimiento en muchos atletas. Cuando empecé seguí a Diego Aguilar y a su papá, Mike. Ambos son grandes atletas, ejemplos a seguir por que logran lo que se proponen”, confiesa.
En cada competencia, Ximena lleva siempre tiene presente a las personas de su círculo cercano, quienes la han apoyado incondicionalmente en su trayectoria: “a mis papás que siempre están conmigo; a mis hermanos, porque el deporte es una oportunidad ser su ejemplo como la mayor que soy. Además, a mis mejores amigas y a mi novio”, resalta.
Exigencias como atleta y estudiante
Para Ximena, el reto de ser atleta de alto rendimiento y estudiante de secundaria se asume con seriedad: “poco a poco he tenido más torneos y viajes y ha sido difícil, pero con una buena organización me ha logrado adaptar bien”, asegura.
Ximena se refiere al balance entre los entrenamientos y su vida de estudiante joven: “Además de las prácticas en la Federación, intento mejorar mi salud física con ejercicio en casa. También es valioso esforzarme en los estudios y enfocarme en mi vida social, que es necesario para sobrellevar todo”, afirma.
Las claves para sobresalir
Como cada deporte, el boliche presenta ciertas características que le añaden su complejidad para practicarlo y sobre ello habla Ximena: “La clave para tener buen rendimiento es la práctica y la forma de aprender a ser constantes”, dice.
Y añade: “cada jugador tiene sus propios movimientos y aprende de ellos. Es importante adaptarse a la situación de la pista, aceitado, y otros factores que nos afectan”.
En su particular desempeño, explica: “yo tengo buenas condiciones cuando conozco el aceitado. Los aceitados pueden variar, pero lo que no, es tu ejecución. A veces hay que tener confianza en ti mismo”, asegura.
Logros importantes
Ximena agradece el apoyo completo que ha tenido de parte de la Federación y considera que eso le ha permitido crecer en tan poco tiempo: “Fue un gran año para mí. A los quince años debuté con selección mayor. Jugué el mundial juvenil y no esperaba tan buenos resultados. También gané medallas en el Iberoamericano y en el Festival Panamericano”, detalla.
Aunque como todo en la vida, Ximena también ha atravesado por momentos de duda: “El año pasado en el Centroamericano y del Caribe tuve un bloqueo mental y fue muy duro. Comencé jugando muy bien y terminé mal. Eso me decepcionó mucho y hasta consideré no seguir”, admite.
Pero confió en sus habilidades y junto al soporte familiar logró salir adelante.
En el corto plazo, Ximena cuenta que su objetivo es ganar medallas en el Campeonato Juvenil de CONCECABOL, que se disputará a finales de noviembre en Costa Rica; en su último año en la categoría Sub16.