La irrupción del argentino Leo Messi en la última media hora solucionó tres puntos más para el Barcelona, ganador por el enésimo gol definitivo de su estrella contra el Atlético de Madrid, resistente hasta entonces, incluso al frente del marcador cuatro minutos, pero derribado por el talento azulgrana.
Porque no sólo fue el gol de Messi, el tanto que decidió la victoria del conjunto visitante en el Vicente Calderón, sino que también hubo otro formidable de falta directa del brasileño Neymar, el que igualaba el 1-0 de Fernando Torres, y mucha posesión del Barça sin los que el triunfo no habría sido posible.
Y mucho menos sin Messi, la primera noticia del partido por su suplencia. No se entrenó el viernes, a su vuelta de la selección, por su segunda paternidad y comenzó en el banquillo. La segunda, mucho más previsible, fue la puesta en escena de ambos equipos. Sin sorpresas: el balón del Barcelona y el contragolpe del Atlético.