El contragolpe, la pegada y los goles de Neymar sentenciaron el pase del Barcelona a las semifinales de la Copa del Rey y apagaron la ambición y la remontada del Atlético de Madrid, por dos veces por delante en el marcador, en un primer tiempo vibrante, espectacular, con cinco tantos y polémica (2-3).
Todo en 45 minutos de alto voltaje, que engrandecen el torneo con más historia del fútbol español por la fuerza, la emoción y el carácter que ambos equipos desplegaron hasta el intermedio; un intercambio de golpes del que salió vencedor el equipo azulgrana, eficaz en momentos decisivos cuando su rival apuntaba a remontada.