Louis van Gaal ya está al borde del despido después de una semana de rumores que concluye de la peor manera posible: con una dolorosa derrota en el Boxing Day ante el Stoke (2-0) que probablemente le cueste el puesto. En Inglaterra se da por hecho el acuerdo cerrado entre el Manchester United y José Mourinho, recientemente despedido por el Chelsea. De hecho, sólo faltaría el OK de los propietarios del club para hacer oficial la destitución de Van Gaal y la llegada del portugués.
El propio Louis Van Gaal, tras caer en el Britannia y sumar siete encuentros sin conocer la victoria dejó caer que él mismo podría dimitir ante la situación del equipo: «El club no tiene que despedirme, a lo mejor me marcho yo mismo. He recibido el respaldo del club siempre. Pero hemos vuelto a perder y no es una situación nueva. Me siento apoyado por los jugadores»
El pasado día 22, durante horas, se dio por segura la salida de Van Gaal tras un tuit de Trevor Sinclair, colaborador de la BBC, anunciando la destitución, aunque posteriormente se echó atrás.
El holandés habló del encuentro ante el Stoke y se refirió a que la derrota se debió a que sus jugadores «no se atrevieron a jugar». «No nos atrevimos a jugar en la primera parte y en la segunda, con todo en contra siempre es más fácil. Tengo que admitir que la segunda mitad fue mucho mejor, creamos una o dos oportunidades y pudimos marcar. Recuperamos la confianza y jugamos mejor en el segundo tiempo, pero el problema es que no nos atrevemos a jugar. Ese es mi análisis». «Son circunstancias difíciles«, prosiguió. «La presión que tienen los jugadores es la razón por la que no se atrevieron a jugar al fútbol».
En cuanto a si él es el indicado para revertir la situación, explicó que «ese es ahora el gran problema, he tratado de hacer todo lo posible, pero la presión será más y más a cada partido. Ese es el problema ahora. Es más difícil porque yo también soy culpable de los cuatro partidos que hemos perdido y tengo que convivir con eso, pero lo más importante es que los jugadores también tienen que lidiar con eso, porque son ellos los que tienen que llevarlo a cabo», dijo.
El miércoles, Van Gaal compareció ante los medios muy enfadado. “Leí que me habían echado y que mi sustituto ya estaba aquí. ¿Alguno de vosotros va a pedirme perdón?”, comentó en unacomparecencia breve y tensísima en la que no admitió más preguntas.
El holandés trató de explicar su intención en esa rueda de prensa. «Mi mensaje fue que los medios de comunicación están diciendo y escribiendo cosas que no están sucediendo en el interior del Manchester United. Pero no estoy dolido porque estoy acostumbrado a esto».
Van Gaal, eso sí, transmitió su intención de mirar hacia adelante, ya que en solo dos día el United se enfrentará al Chelsea en Old Trafford. «Se puede decir que podemos recuperarnos de esto rápidamente ante el Chelsea, pero de momento los jugadores se tienen que recuperar porque lo han dado todo, y se tienen que atrever a jugar nuestro fútbol. Es muy difícil hacer eso en tan sólo dos días pero lo intentaremos».
El Manchester maneja entregar el banquillo transitoriamente al segundo de Van Gaal, el galés Ryan Giggs, una leyenda en Old Trafford, y ponerse después en manos de Mourinho. Curiosamente el Manchester United se enfrentará al Chelsea el próximo lunes. Sólo la cercanía del encuentro podría librar a Van Gaal de un despido fulminante.