Si el 25 de abril es una fecha especial en los libros del fútbol por conmemorar el nacimiento de Johan Cruyff, quien este sábado habría cumplido 73 años, en la historia de azulgrana guarda también un significado trágico. Tal día como este, en 2014, falleció Tito Vilanova mano derecha de Guardiola en el mejor Barça de siempre y su sustituto efímero al mando del equipo cuando Pep dejó el club. Contaba 45 años y murió víctima de un cáncer de glándula parótida contra el que luchaba desde diciembre de 2011.
Se cumplen seis años de la desaparición de un personaje especial, cercano, tranquilo y cuya conexión con los futbolistas, se afirma, es la cara B del éxito de aquel Barcelona. Un tipo que, en sus últimos días, aún tuvo los arrestos de recibir a Leo Messi en la habitación de la clínica en la que estaba internado para quitarle la idea que le rondaba por la cabeza de marcharse del Barça. Y que dejó un recuerdo imborrable tanto en el vestuario como en el club, en todo él.