Dirigentes del fútbol de Rusia negaron el martes categóricamente que hayan sobornado con millones de dólares a un votante de la FIFA a fin de que apoyara la candidatura del país para organizar el Mundial de 2018.
La declaración surgió después de que fiscales estadounidenses dieron nuevos detalles sobre los presuntos pagos.
Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, negó que Rusia hubiera participado en los sobornos a miembros del comité ejecutivo de la FIFA para ganar la votación realizada en diciembre de 2010 y obtener la sede mundialista. En el mismo sentido se pronunció Alexey Sorokin, el máximo dirigente del fútbol ruso, quien lideró la candidatura.
“No podemos entender de qué se trata esto, cómo reaccionar”, dijo Sorokin a The Associated Press, en referencia a las afirmaciones en un pliego acusatorio del Departamento de Justicia de Estados Unidos, revelado el lunes por la noche. “Nosotros, en el comité organizador, no tuvimos que ver con esto… Parece la teoría perfecta de la conspiración”.
El documento señala que el trinitense Jack Warner, miembro de la cúpula de la FIFA, recibió cinco millones de dólares en sobornos a fin de votar por Rusia. El dinero habría provenido de 10 empresas fantasma en el extranjero, que usaban cuentas para enviar el dinero en Estados Unidos.
En 2015, Warner fue acusado de cargos de corrupción financiera, incluido otro soborno de 10 millones de dólares por parte de Sudáfrica para organizar el Mundial de 2010. El dirigente caribeño ocupaba una influyente vicepresidencia en la FIFA al momento en que Rusia derrotó a las otras candidatas europeas.
La nueva acusación da detalles de la supuesta ruta del dinero. Indica que llegó a Trinidad y Tobago mediante “transacciones muy enredadas entre cuentas del extranjero”, incluidas algunas en Chipre y las Islas Vírgenes Británicas.
Parte del dinero fue enviado mediante cuentas que pagaron también a las “compañías con sede en Estados Unidos, las cuales realizaron tareas de parte de la candidatura de Rusia para el Mundial de 2018”, señala el Departamento de Justicia.
Sorokin reconoció haber contratado a estadounidenses durante la campaña en 2009 y 10, en la que Rusia terminó obteniendo la sede del Mundial.
“Hubo una compañía de diseño, que probablemente tenía una dirección legal en Estados Unidos”, explicó Sorokin en una entrevista telefónica. “Había numerosas compañías. Sinceramente, es difícil decir ahora cuál tenía su sede en Estados Unidos y cuál no”.
En la acusación se citan dos documentos como nuevas evidencias dentro de la amplia investigación que estremeció la FIFA y derivó en acusaciones contra varios dirigentes del fútbol internacional en mayo de 2015.
Uno de los mensajes fue escrito por el “cómplice tres”, en abril de 2011. Supuestamente, iba dirigido al asistente de Warner, aconsejando aceptar la recepción de pagos totales de “5 millones, menos los cargos bancarios mínimos”.
No se ha revelado la identidad de ese supuesto participante en el complot, pero una persona lo ha descrito como un “asesor cercano” al entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y a “otros funcionarios de alto rango” en el organismo rector del fútbol mundial.
Cuando se le preguntó si esa persona tenía un papel formal o informal en la campaña de Rusia, Sorokin dijo: “Nada que yo pueda recordar”.
El otro correo, enviado también al asistente del Warner, fue escrito antes de la votación de la FIFA por “un socio del cómplice tres”.
“Cortésmente le recomendamos (a Warner) que lo acordado es lo que se está haciendo esta semana”, explica el mensaje. “Por favor, díganle que estoy menos preocupado por las promesas hechas por cumplir de mi parte que por su capacidad para cumplir su promesa cuando llegue el momento”.
Rusia ganó fácilmente la segunda ronda de votación, con 13 de los 22 votos. Dos dirigentes de la FIFA fueron retirados del proceso luego de ser implicados en venta de votos por parte de una operación encubierta, encabezada por un diario británico.
El presidente ruso Vladimir Putin, quien era primer ministro en 2010, priorizó la organización de la Copa del Mundo. Triunfal, ofreció una conferencia de prensa en Zúrich.