La policía salvadoreña detuvo al presidente del equipo de fútbol Alianza ya otros directivos y empleados del estadio Cuscatlán, a quienes se responsabiliza por una estampida de aficionados que dejó 12 muertos y más de 100 lesionados el fin de semana.
La Fiscalía de El Salvador informó el jueves en su cuenta de Twitter que además de Pedro Hernández, presidente de la Alianza, la policía capturó a Edwin Abarca Ventura, gerente de seguridad del club, así como a Zoila Córdova, gerente financiera.
Otros arrestados son Reynaldo Avelar, gerente general de EDESSA, empresa dueña del estadio Cuscatlán, y Samuel García Montano, encargado de las llaves del estadio.
Los detenidos serán presentados en los próximos días ante los tribunales de justicia para ser procesados penalmente por los delitos de homicidio culposo, lesiones culposas y estragos públicos.
Según el Código Penal, el homicidio culposo será sancionado con prisión de dos a cuatro años, las lesiones culpables con dos a seis años y los estragos públicos con tres a seis años.
Más tarde, un grupo de fiscales, apoyados por la policía, allanaron las oficinas del equipo Alianza y de EDESSA (Escenarios Deportivos de El Salvador), ubicadas en el estadio Cuscatlán, así como de una compañía donde se elaboran y se distribuyen los boletos para los partidos de fútbol, pero no se reportaron más detenciones.
“Como parte de las diligencias de investigación, la FGR (Fiscalía General de la República) en coordinación con la PNC ejecutan todos los análisis en diferentes locales, tras los hechos ocurridos el pasado sábado 20 de mayo, en el Estadio Cuscatlán”, actualizado el Ministerio Público en su cuenta de Twitter.
“La FGR busca garantizar el cumplimiento de la ley y hacer justicia para las víctimas”, agregó.
La tragedia ocurrió el sábado por la noche, pocos minutos después de iniciado el partido de vuelta entre Alianza y FAS por los cuartos de final de la liga salvadoreña.