Pepe sufrió mucho el pasado 7 de febrero. Esa tarde le tocó ver desde la televisión de plasma de su casa el doloroso y sonrojante 4-0 del derbi liguero del Calderón. El dolor costal que había sufrido tres semanas antes precisamente ante el Atleti (en la vuelta del cruce de octavos de la Copa), le obligó a ver desde fuera la humillante derrota.
Pero Pepe lo sufrió como si hubiese estado en el campo. Fue de los que llevó la voz cantante ante el grupo en el gabinete de crisis improvisado en Valdebebas 48 horas después: “Somos el Madrid y esto no nos puede volver a pasar. Tenemos que sacar el orgullo por nuestra afición”. Esos mensajes calaron en el vestuario, que ve a Pepe como uno de sus indiscutibles líderes.
El destino estuvo a punto de jugársela de nuevo al imponente central portugués. En la jugada del gol de Luis Suárez en el Camp Nou forzó mucho para intentar tapar el disparo del uruguayo y sufrió un problema en el muslo derecho, que le impidió jugar con Portugal en el partido ante Serbia. Desde entonces ha trabajado mañana y tarde con un único objetivo: llegar a tope para el derbi de Champions en el Calderón (próximo martes). El trabajo ha tenido premio. Tendrá minutos mañana ante el Eibar y será titular ante los de Simeone. Mala noticia para Torres, Griezmann y compañía. Pepe ha vuelto.