El capitán de la selección peruana de fútbol, Paolo Guerrero, aseguró que es inocente y que luchará por limpiar su nombre después de que la FIFA redujera su sanción por dopaje a seis meses, lo que le permitirá jugar el Mundial de Rusia del próximo año.
Guerrero, de 33 años, jugador del Flamengo de Brasil, había sido suspendido por la FIFA el 8 de diciembre por un año después de dar positivo por un derivado de la cocaína después del empate 0-0 entre su selección y Argentina en octubre por las eliminatorias sudamericanas al Mundial.
El organismo rector del fútbol mundial redujo el pasado miércoles la sanción a seis meses, pero Guerrero aún no está contento. «Obviamente no me siento aliviado. Es importante para mí seguir peleando para demostrar mi inocencia», dijo a Reuters TV el jueves en Río de Janeiro.
«No estoy tranquilo ahora porque redujeron la sanción. Voy a seguir luchando para demostrar mi inocencia. Realmente es una injusticia que me hayan castigado, ya que he demostrado que soy inocente todo el tiempo. Lo probé y lo seguiré probando hasta que me absuelvan», añadió el ex atacante del Bayern Múnich.
Guerrero afirmó que la prueba positiva se debió a una contaminación de su muestra y prometió volver a los terrenos de juego en 2018. Guerrero, que ha anotado 42 goles para el Flamengo desde que llegó a Brasil en 2015, le da al ataque de la selección peruana una presencia física muy necesaria y además motiva a sus jugadores menos experimentados.
El empate 0-0 con Argentina fue un resultado crucial para Perú, que se clasificó para una Copa del Mundo por primera vez desde 1982. El conjunto sudamericano compartirá el Grupo C del Mundial con Francia, Dinamarca y Australia.