Un magistrado en Nevada dio la razón a los abogados de Cristiano Ronaldo en el caso de una mujer que había presentado una demanda para que le pagaran más de los 375.000 dólares que recibió en un acuerdo de confidencialidad después de afirmar que el astro internacional del fútbol la había violado en Las Vegas.
En una recomendación a la jueza del caso, el magistrado federal Daniel Albregts responsabilizó el miércoles al abogado de Kathryn Mayorga, Leslie Mark Stovall, por haber basado el asunto en documentos filtrados y robados.
A decir de Albregts, esos documentos contenían comunicaciones privilegiadas entre el futbolista portugués y sus abogados.
“Desechar el caso de Mayorga por la conducta inapropiada de su abogada es un severo resultado”, escribió Albregts en su recomendación a la jueza federal Jennifer Dorsey. “Pero, desafortunadamente, es la única sanción adecuada para garantizar la integridad del proceso judicial”.
No se había fijado de momento la fecha en que la jueza Dorsey recibiría la recomendación de Albregts.
“Stovall ha actuado de mala fe para el detrimento de su cliente y la profesión de él”, señaló Albregts.
Stovall y otros abogados en su despacho no respondieron de inmediato a pedidos que se les dejaron por teléfono y en sus correos electrónicos para que hicieran declaraciones sobre la decisión de Albregts.
El abogado de Cristiano en Las Vegas, Peter Christiansen, señaló en un comunicado que el equipo jurídico del futbolista estaba “complacido por la detallada revisión que hizo la corte… y su disposición a que se aplique debidamente la ley a los hechos y a recomendar que se deseche el caso civil contra el señor Ronaldo”.
The Associated Press por lo general no identifica por su nombre a las personas que afirman haber sido víctimas de agresión sexual, pero Mayorga dio su consentimiento mediante Stovall y la abogada Larissa Drohobyczer para que se mencionara su nombre.
Albregts subrayó que la corte no tomó decisión alguna sobre si Cristiano cometió algún delito y tampoco encontró pruebas de que los abogados y representantes del jugador hubieran “intimidado a Mayorga o impedido la aplicación del derecho” cuando ella retiró los cargos penales y concretó un acuerdo de confidencialidad por 375.000 dólares en agosto de 2010.
El deportista de 36 años juega actualmente para el club Manchester United de la Liga Premier, donde había militado en el comienzo de su carrera internacional.