Mourinho no perdía tres partidos oficiales seguidos desde 2002

Lo que parecía una nueva época de éxito en Old Trafford no está comenzando con buen pie. El United ha acumulado su tercera derrota en partido oficial tras perder ante el Watford, ante el Manchester City y en Europa League ante el Feyenoord.

Jose Mourinho no acumulaba tantas derrotas seguidas desde 2002, cuando perdió dos partidos de Champions ante el Real Madrid y uno de Liga Portuguesa en el mes de febrero. Mourinho llegó al Bernabéu con el Oporto para disputar un encuentro de la fase de grupos de la Champions que acabó con victoria para los blancos por 1-0 con gol de Santiago Solari. El fin de semana le tocó recibir al Beira Mar en el Estadio das Antas y no cambiao la historia. El Oporto se quedó con 9 por las expulsiones de Jorge Andrade y Deco y el Beira Mar apretó para llevarse los tres puntos gracias a un gol de Faye-Faye en los instantes finales (min. 85).

Por si fuera poco, el Madrid visitó Porto la semana siguiente y también se hizo con la victoria gracias a los goles de Solari y Helguera. Capucho hizo el tanto local.

Empeora el porcentaje de victorias: 45% en los últimos 35 partidos

Los porcentajes globales de victorias de la carrera de Jose Mourinho son envidiables casi para cualquier entrenador pero desde hace un tiempo está atravesando un pequeño bache en su carrera. 

Tras una temporada exitosa en la que ganó la Premier League con el Chelsea, el luso fue destituido debido un mal inicio de temporada con los ‘blues’ y, de momento, en el Manchester United hay más sombras que luces. En esta temporada, no han existido medias tintas. O derrota o victoria. De 7 partidos, cuatro han sido victorias (pocas con buenas sensaciones) y tres derrotas, incluyendo el derbi de Manchester.

Según un dato publicado por Mister Chip, en los últimos 35 partidos (Chelsea-Manchester) Mourinho solo ha ganado el 45%, un dato que contrasta con el 65% de victorias del total de su carrera.

El portugués tiene plantilla y tiempo para darle la vuelta a la situación pero la exigencia es máxima y la paciencia de los aficionados, corta.