El ‘Clásico’ del fútbol español presenta el primer capítulo de una nueva batalla táctica entre dos técnicos que se enfrentan por primera vez, el argentino Gerardo ‘Tata’ Martino y el italiano Carlo Ancelotti, entrenadores unidos por su gusto por el fútbol ofensivo que aún buscan imprimir su sello en sus equipos.
Martino tiene claro a qué jugará en el Camp Nou; Ancelotti debe decidirlo. El Barcelona saldrá a por el control de balón, a presionar y minimizar las virtudes del rival. El Real Madrid debe decantarse por si recordar las artimañas que tan buen resultado acabaron dando a José Mourinho o romper con ese pasado reciente para apostar por su habitual dibujo ofensivo y salir a un intercambio de golpes.
Los dos equipos parten desde un mismo sistema, un 4-3-3 sin la figura de un nueve clásico. Juegue el argentino Leo Messi o Cesc Fábregas en punta, el Barcelona carece de la figura de un nueve nato. El Real Madrid tampoco la tiene con Karim Benzema, jugador asociativo con tendencia a recibir alejado del área rival. Los méritos de Álvaro Morata, más punta, no llegan aún para desbancar al francés de su rol de intocable.
Sin embargo, en los inicios de una nueva etapa, el ‘Tata’ ha capeado con la crítica más exigente. Soportó el debate de cambio de estilo por la aparición de algún pelotazo en largo desde los centrales y solo el tiempo dará o quitará razones. Tras dos empates (Osasuna y Milan), un triunfo en el ‘Clásico’ reforzaría sus ideas. Hasta el momento, mostró personalidad para rotar a sus jugadores para evitar la caída física del final de la temporada pasada.
Ancelotti ha tardado más tiempo en tomar la medida a su nuevo equipo. Para ello regresó a su idea inicial, con el 4-3-3 de pretemporada que comenzó a modificar con la valentía de juntar en el mismo once a Isco Alarcón, Luka Modric y Mesut Özil. Prometió espectáculo ofensivo en su presentación y es una frase que le persigue.
La venta de Özil y el fichaje del galés Gareth Bale volteó de nuevo las ideas de Ancelotti ya en plena competición. Sobre la marcha cambió su mensaje. De ser protagonista y querer siempre la posesión, a anunciar que se puede llegar a la portería rival en tres toques y que, como buen italiano, no renuncia al contraataque. El Real Madrid regresa al punto de partida y en el Camp Nou puede ser su mejor arma.
A domicilio no ha encontrado su identidad. El empate en Villarreal y el sufrimiento en las visitas a Elche y Levante provocó que el italiano admitiese públicamente que peor no podían jugar. Pero ante el Málaga dio con la tecla. Encontró el camino con el mayor compromiso de sus jugadores en una semana que sintieron clave.
Entremezcló la posesión de balón con la profundidad que dan jugadores capacitados para lanzar la contra más letal del planeta futbolístico: Cristiano Ronaldo, Bale y Ángel Di María. El centro del campo por fin se compenetró sin un líder como Xabi Alonso y laterales ofensivos como Marcelo o Dani Carvajal aportaron nuevas armas de ataque.
El clásico es el escenario perfecto para que Isco Alarcón recupere su mejor nivel, tras un mes de magia apagada, o para que Karim Benzema se reconcilie con el madridismo con los goles que se añoran.
En el centro del campo estará la respuesta de Ancelloti. Meter músculo para contener al rival y cubrir las lagunas defensivas de sus jugadores ofensivos, juntando a Asier Illarramendi con Sami Khedira, o lanzar un mensaje de buen fútbol con Luka Modric. Martino contra Ancelloti, llega el primer capítulo de un duelo que decide títulos.