Los Juegos Olímpicos de Tokio han sido pospuestos por un año a causa de la pandemia del coronavirus, pero vale la pena recordar las justas que fueron remecidas por turbulencias en el pasado.
La cita olímpica debió cancelarse tres veces previamente por culpa de la Primera Guerra Mundial (1916) y la Segunda Guerra Mundial (1940 y 1944) — y en los últimos dos ciclos de cuatro años, tanto los Juegos de Verano como los de Invierno no pudieron realizarse.
Una mirada a los Juegos Olímpicos que nunca fueron realidad:
1916
Berlín iba a recibir la cita de verano de 1916 (los de Invierno no fueron fundados hasta 1924), superando a candidaturas de Alejandría, Egipto, Amsterdam, Bruselas, Budapest y Cleveland, según el portal GamesBids.com.
El imperio alemán había construido un espectacular recinto como eje de los Juegos. El Deutsches Stadion había sido inaugurado en 1913.
Después del estallido de la Primera Guerra Mundial en julio de 1914, los preparativos continuaron dado que por buen rato se pensó que las hostilidades no durarían más de dos carreras. Pero el horrífico conflicto se prolongó hasta 1918, provocando la cancelación de los Juegos.
El estadio de Berlín fue demolido dos décadas después y reemplazado por una nueva estructura que sirvió como estadio principal de los Juegos de Verano 1936, cuando la capital alemana finalmente pudo ser sede. Desde luego, Adolfo Hitler había asumido el poder para entonces, y esos Juegos son recordados por haber promovido al régimen nazi que llevaría al mundo a una guerra mucho más catastrófica.
1940
En una era en la que el país elegido recibía la opción de montar tanto los Juegos de Verano como los de Invierno en un mismo año, Japón fue inesperadamente elegida como la primera nación no occidental para organizar una cita. Tokio iba a tener las competencias de verano y Sapporo las de invierno.
La guerra volvió a impedirlo.
Japón invadió China en 1937, con lo que el país asiático tuvo que renunciar a los Juegos al año siguiente, ya que sus comandantes militares habrían exigido que las instalaciones fueran de madera debido a que los metales eran necesarios para la guerra.
El Comité Olímpico Internacional se apuró en designar a Helsinki, segunda en la primera votación, como sede de verano. Los de invierno fueron para St. Moritz, Suiza, sede en 1928. Una disputa con los organizadores forzó otro cambio, y los de invierno fueron asignados por segunda vez Garmisch-Partenkirchen, la sede alemana de 1936 junto a Berlín.
La Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 con la invasión de Alemania a Polonia, y los Juegos fueron cancelados del todo.
Tokio finalmente recibió la oportunidad de ser sede de Verano en 1964, la primera ciudad asiática con el honor. Sapporo fue sede de invierno en 1972.
1944
Previo al estallido de la Segunda Guerra Mundial y todos los problemas para encontrar reemplazantes para 1940, el COI adjudicó la sede de 1944 a Londres en una votación que también incluyó a Atenas, Budapest, Detroit, Helsinki, Lausana, Montreal y Roma.
Como Inglaterra no contaba con las condiciones para realizar unos Juegos de Invierno, esa justa quedó asignada a Cortina d’Ampezzo, Italia.
Pero los Juegos de 1944 nunca tuvieron posibilidades. La guerra prosiguió hasta el año siguiente.
Londres recibió la sede de 1948, los primeros en 12 años, llevándolos a cabo muy austeramente al recuperarse de la guerra. En 2012, la capital británica se convirtió en el primer anfitrión de tres citas.
St. Moritz recibió una cita de invierno por segunda vez en 1948, mientras que Cortina obtuvo otra oportunidad invernal con los de 1956.