El Caso Neymar amenaza con desbordar a un Barcelona que se ha dado cuenta de la magnitud de la tragedia cuando la inundación le llega ya a las rodillas. Tres días después de que saltaran las alarmas en el entorno del Barcelonismo respecto a la posible salida del futbolista, la junta de Bartomeu empieza a darse por enterada de que la oferta va en serio y que hay posibilidades reales de que el PSG pague la cláusula de un jugador que sigue guardando silencio.
De hecho, es Neymar el que sigue callado, porque ayer por la tarde ya empezaron a hablar los protagonistas de un drama que, una vez más, ha visto a la junta del Barça desprevenida.
Josep Maria Bartomeu, presidente del Barcelona, que a pesar de lo publicado en la prensa catalana ni se acercó al asiento de Neymar en el vuelo Barcelona-Nueva York, tuvo una mañana ajetreada en cuanto a entrevistas. No tiene tiempo en Barcelona para aparecer en rueda de prensa pero en un día en Estados Unidos fue a Bloombreg, Associated Press, New York Times y Forbes. En Associated Press matizó seriamente el discurso del club sobre el caso Neymar. Se pasó del “se queda a un 200%” a un “no está en el mercado, contamos con él”. O lo que es lo mismo, si se va, no es culpa nuestra.
No podía hacer mucho más el presidente del Barcelona ante el alud de informaciones que le dejan a él y a sus colaboradores en un constante fuera de juego en este caso. Unai Emery, entrenador del PSG se sumaba ayer al ambiente que acompaña al club parisino reclamando que su equipo debe de contar con uno de los cinco mejores del mundo, en el vestuario del Barcelona ya se empieza a comentar que Neymar no empieza la Liga de blaugrana y Radio Montecarlo anunció por la tarde que el padre del jugador tiene prevista una reunión hoy en Francia con Antero Henrique, director deportivo del equipo francés.
El cerco se cierra, el Barça empieza a reaccionar. Quizás muy tarde.
