Apenas unos días alejado de París han sido suficientes para que en Francia salte más que nunca a la vista la dependencia que el PSG tiene de Neymar. Ausente en el partido de vuelta contra el Real Madrid, sin embargo la preocupación no viene en el ámbito deportivo sino en el económico y estratégico. Los rumores de una posible salida al verdugo del equipo parisino en Champions han hecho saltar todas las alarmas.
Y es que Neymar es para el PSG todo un jugador franquicia. La entidad francesa tiene depositada en el brasileño su estrategia de crecimiento comercial para ponerse a la altura en ingresos de los grandes clubes ingleses y españoles. La falta de garantías sobre el futuro del futbolista a medio y largo plazo está frenando la renegociación de los contratos de patrocinio. Aunque el padre de Neymar asegure que el jugador está contento en París, resulta «difícil creer en su palabra», dice Le Journal du Dimanche citando palabras de un conocedor del entorno.
El PSG ha dado garantías a la UEFA para cumplir con el fair play financiero, pero no ha hecho oficial ningún acuerdo. «Imaginamos que no están ligados a la clasificación para cuartos de final de la Champions. La presencia de Neymar, sin embargo…», decía ayer el dominical francés. «Clubes como el Manchester United o el Real Madrid son marcas arraigadas y el PSG necesita una plataforma de comunicación como él», explica a la publicación un experto en patrocinio deportivo.
Pendientes de renovar están los patrocinios con Nike y Fly Emirates, que aportan 25 millones de euros cada uno al PSG y deberían ascender a una franja entre los 50 y 100 M€. Las prisas pueden apremiar a la aerolínea, cuyo acuerdo expira en 2019, pero no a la marca deportiva, que tiene contrato para vestir al PSG hasta 2022. Según L’Équipe, la entidad podría incorporar pronto a un director de patrocinios procedente de la NBA.
