La Selección de Francia arribó al aeropuerto Charles de Gaulle e inmediatamente se trasladó al Hotel Crillon, uno de los más antiguos y lujosos de París. Desde allí, los jugadores fueron ovacionados por los miles de fanáticos que rodearon la Plaza de la Concordia tras el segundo puesto en el Mundial de Qatar 2022.
Después de varios mensajes contradictorios en la mañana del lunes, a raíz de las supuestas declaraciones de Noel le Graet, presidente de la FFF, quien habría dicho que la delegación «no estaba de humor» para reencontrarse con sus hinchas, al final sí hubo reencuentro tras la final perdida contra la Selección Argentina de Lionel Messi.
Gritos, banderas y el himno de La Marsellesa fueron las postales de una noche fría en la capital parisina, que centró su atención en Kylian Mbappé, el máximo goleador del Mundial con siete gritos, que a duras penas pudo borrar el gesto de tristeza de su rostro.
El acto ceremonial de la Selección de Francia fue breve, duró apenas 30 minutos, y contó con un férreo control policial tras los disturbios que anoche dejaron centenares de detenidos.