La polémica está servida de nuevo dentro del deporte profesional, esta vez se trata del golf femenino, donde a partir de hoy, de acuerdo al nuevo código de vestimenta, las jugadoras no podrán utilizar en el campo minifaldas ni camisas con escotes, entre otras prohibiciones.
El polémico código de vestimenta ya ha generado todo tipo de declaraciones negativas, pero la realidad es que desde hoy la LPGA, organización que rige el golf femenino estadounidense y organiza el circuito de competición a nivel nacional, no permitirá escotes, minifaldas ni mallas a no ser que se lleve también un pantalón corto.
El nuevo código de vestimenta fue enviado a todas las jugadoras a través de un correo electrónico por parte de presidente de la LPGA, Vicki Goetze-Ackerman.
En el mismo expresan las prendas femeninas que no podrán ser utilizadas mientras se compite, especificando claramente la longitud que deben tener las faldas y pantalones.
Tampoco deberán llevar determinados collares o colgantes mientras compiten.
En definitiva, la LPGA establece que se debe llevar en todo momento durante la competición la vestimenta apropiada para jugar a golf, sin hacer ninguna concesión a otro tipo de exhibición de prendas de moda o de actualidad.
El argumento expresado por la LPGA es que cuando se está en el campo de juego el único objetivo de las deportistas es el de competir con unas normas que no generen ningún tipo de controversia o deriven en otros elementos extradeportivos.
El castigo para las golfistas que incumplan con el nuevo código de vestimenta que ya rige dentro de la LPGA será de 1.000 dólares cuando se trate de la primera infracción, pero que se duplicará a medida que se vayan dando más violaciones a las normas por una misma deportista, de acuerdo a lo que expresa el correo de Goetze-Ackerman.
Por su parte, Heather Daly-Donofrio, directora de comunicación del LPGA, ha manifestado que con el nuevo código se busca que las jugadoras se presenten de una manera profesional para reflejar una imagen positiva del deporte.
Lo que no explica es qué entiende la LPGA por «reflejar una imagen positiva» del deporte del golf, que históricamente, había sido vetado para mujeres y que el torneo emblema del golf, el Masters de Augusta, abrió sus puertas a sus primeras dos socias hace tan solo cinco años.
Una única mujer, Virginia Rometty, ejecutiva de IBM, ha conseguido vestir la chaqueta verde que distingue a sus más de 300 socios.
El porcentaje de jugadoras (que puedan participar como invitadas) en el campo continúa por debajo del 15 por ciento y a pesar de que varias de las mejores golfistas del mundo han exigido la celebración de un Masters de Augusta femenino, su petición hasta ahora no ha tenido respuesta en ningún sentido.
El pasado fin de semana, durante la celebración del Abierto de Estados Unidos Femenino que se disputó en el Club Trump National Bedminster, de Nueva Jersey, de la Trump Organization, propiedad del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que visitó las instalaciones el pasado viernes, todas las golfistas ya vistieron de acuerdo al nuevo código.