El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, reconoció errores en el manejo del caso Mesut Özil y lamentó no haber protegido más al jugador de las agresiones racistas que denunció. En una entrevista publicada hoy por el dominical «Bild am Sonntag», Grindel negó una vez más haber tenido actitudes racistas, tal como denunció el futbolista al renunciar a la selección alemana, pero sí admitió que pudo haber cuidado más a Özil de las agresiones.
«Considerando los ataques racistas que recibió, debería haber tenido una posición más clara o haberlo protegido más», dijo el jefe del fútbol alemán en la entrevista. «Lamento que se haya sentido abandonado por la DFB en ese sentido».
El jugador del Arsenal anunció el mes pasado su retiro de la selección alemana en medio de acusaciones de discriminación hacia Grindel, la DFB y medios alemanes. El desencadenante de la crisis fue una foto que Özil se tomó en mayo con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, junto a su compañero de selección Ilkay Gündogan.
Özil y Gündogan, quienes tienen raíces turcas, fueron duramente criticados por la foto con Erdogan, un líder político cuestionado por su autoritarismo. Gündogan señaló que la foto no tenía intencionalidad política, pero Özil guardó un largo silencio sobre el tema que recién quebró semanas después de la histórica eliminación de Alemania en la primera ronda del Mundial de Rusia.
Grindel dijo en la entrevista que le hubiera gustado que Özil brindara sus explicaciones sobre el tema antes de la Copa del Mundo, tal como hizo Gündogan. Y aclaró que en ningún momento opinó sobre el rendimiento deportivo de Özil en el torneo. «Para mí, está claro que ganamos y perdemos todos juntos. Hacer responsable a un solo jugador por la eliminación del Mundial es por supuesto absurdo», agregó el presidente de la DFB.
Grindel reiteró en la entrevista que no tiene planes de renunciar a su cargo tras la controversia generada y destacó que cuenta con un firme apoyo de las asociaciones regionales y de la Bundesliga.
Por otro lado, Grindel dijo que está trabajando en una serie de cambios en la federación y la selección. Una de las medidas más llamativas que evalúa es abolir el apodo de «Die Mannschaft» (El Equipo) con el que se denomina oficialmente a la selección alemana, ya que puede sonar «muy artificial». Además, dijo que buscará bajar los precios de las entradas y abrir más los entrenamientos de la selección al público. «Queremos volver a estar cerca de los fans», apuntó.
