El presidente de la Fedefut, Gerardo Paiz, pasará a la historia como el dirigente que apostó por la continuidad de un proceso técnico en la Selección Nacional de Guatemala, encabezado por Luis Fernando Tena.
Desde su contratación en diciembre de 2021, Tena ha dirigido un proyecto que, a pesar de las críticas y resultados adversos en torneos como la Copa Oro 2023 (eliminados en cuartos de final) y la Liga de Naciones Concacaf 2024 (eliminados en fase de grupos), ha contado con el respaldo total de la dirigencia.
Declaración clave de Gerardo Paiz (junio 2022):
«Definitivamente él (Tena) estará los cuatro años que le quedan de contrato, no estamos pensando en cambiarlo por aquello que la gente hable».
Estas palabras han definido la gestión de Paiz, quien ha mantenido firme su decisión de respetar el contrato de Tena, que vence al final de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026.
Un 2025 crucial para el futuro del proceso
El 2025 será un año determinante para Luis Fernando Tena y su continuidad al frente de la Selección Nacional de Guatemala. Este año estará marcado por tres grandes retos:
- Clasificación a la Copa Oro 2025
En marzo, Guatemala enfrentará una eliminatoria a doble partido contra Guyana en busca de un lugar en la fase de grupos del torneo.
- Eliminatorias Mundialistas: Fase 2
En junio, la selección jugará ante República Dominicana y Jamaica.
Solo el primer lugar del grupo avanzará a la tercera fase de la eliminatoria rumbo al Mundial.
- Última fase de la eliminatoria (si clasifica)
Entre septiembre y noviembre de 2025, Guatemala competiría por uno de los tres boletos directos al Mundial 2026 o uno de los dos repechajes disponibles en Concacaf.
El posible final del ciclo
Si Luis Fernando Tena no logra la clasificación al Mundial, su contrato concluirá a finales de 2025. La decisión de renovar o finalizar su proceso recaerá nuevamente en Gerardo Paiz, quien estará al frente de la Fedefut hasta 2027.
Por ahora, Tena tiene un respaldo que pocos técnicos en la región han recibido, con la posibilidad de consolidar un proceso histórico para el futbol guatemalteco. 2025 será la prueba definitiva.
