El reloj marca las siete de la noche, pero los rayos del sol todavía iluminan el Parque Olímpico Luzhnikí, ya que la temporada de verano prolonga la luz del día.
A un costado del estadio Luzhnikí, emblématico escenario donde se disputaron los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, en una de las pistas de entrenamiento habilitadas para el Campeonato Mundial de Atletismo, realiza una de sus últimas prácticas el fondista guatemalteco Jeremías Saloj, quien aguarda con emoción la prueba de maratón programada para este sábado.
El corredor nacido en Patzún, Chimaltenango, será el último exponente nacional en ver acción en el Mundial y lo hará en una de las competencias más exigentes del atletismo, la prueba de los 42.195 kilómetros.
A dos días del día esperado, Saloj cumple un entrenamiento regenerativo, el cual le sirve para rebajar la tensión precompetitiva. Con pocos corredores en la pista, Saloj trabaja con tranquilidad y bajo la atenta mirada de su entrenador Carlos Trejo.
Una de las grandes preocupaciones de Saloj y Trejo, es el clima fuerte que predominará la competencia a realizarse el sábado a partir de las tres de la tarde (cinco y media de la mañana de Guatemala).