Persistencia, pasión, fe y soporte familiar impulsaron la recuperación de la amazona Stefanie Brand, quien ha tomado de nuevo la silla de montar en busca del mejor nivel deportivo que la vuelva a colocar en los primeros planos de la equitación guatemalteca.
Si volviera en el tiempo, Brand borraría de su memoria el susto más grande de su trayectoria deportiva, cuando en mayo de 2015 sufriera una severa lesión en un evento de preparación en Atlanta, Estados Unidos.
Producto de la grave caída de su caballo, la atleta especialista en la prueba completa resultó con fractura de clavícula (en el brazo derecho) y pelvis, lo que la alejó de las competencias por más de un año.
“Es algo muy emocional estar de nuevo subida en el caballo, después de un año y medio de terapia, fisioterapia. Es como un sueño, me hace feliz”, manifestó Brand, quien aceptó la entrevista durante una de sus prácticas en el Centro Ecuestre El Pulté, ubicado en la zona 24.
En la cuadra G, junto a su caballo Claudius, Stefanie toma un respiro en su jornada de entrenamientos en el país, donde permanecerá unas semanas en el receso de sus estudios universitarios en Suiza.
En primera persona
Con tono suave y su usual amabilidad, la atleta medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing 2014, charló acerca de su recuperación, la experiencia en Europa y las metas a futuro, entre las que ubica su mirada en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018.
“El accidente, que sufrí antes de los Juegos Panamericanos, fue tan fuerte que debido a que la pelvis se me partió en cuatro, tuvieron que enseñarme a caminar. Ha sido un proceso largo y ahora me estoy preparando para sentirme bien, sin lesiones, con confianza”, detalla.
La doble medallista de oro en los Juegos Centroamericaos y del Caribe Veracruz 2014 (logro inédito para esta disciplina en la historia deportiva de Guatemala), reconoció lo difícil que fue retomar la senda del deporte de alto rendimiento.
“Después del accidente, de estar en intensivo por mucho tiempo, me di cuenta que la salud es lo más importante. Fue una gran prueba, después de estar tan bien y caer, se va la motivación”, explica.
La principal fortaleza la encontró en su familia, especialmente en su hermana gemela, Isabel, seleccionada de pentatlón moderno.
“Encontré fuerzas en mi hermana y en mis papas (Siegfried y Sussy), fueron un gran apoyo. Mi recuperación fue en la etapa en que Isabel se preparaba para los Juegos Olímpicos de Rio. Verla, ayudarla y motivarla fue increíble para mi”, relató.
Salto al Viejo Continente
Stefanie estudia junto a su hermana en la Universidad de Hochschule Für Physiotheraphie en Landquart, Suiza, donde también realizan su preparación deportiva.
“La fisioterapia me ha encantado toda la vida. Mi meta es ayudar a los atletas de alto rendimiento a volver de lesiones, transmitirles garra y alentarlos a volver al alto nivel sin importar lo duro que haya sido la lesión”, asegura demostrando su espíritu solidario.
Con respecto a las competencias, detalla: “Son miles de jinetes en Europa, con un nivel muy fuerte. Todos quieren ganar, tienen caballos buenos y los jinetes son trabajadores y dedicados”.
Augurando un buen futuro, Stefanie habla sobre las prioridades a nivel deportivo: “Este año me servirá de fogueo, ya que en 2018 mi meta es ganar medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (en Barranquilla, Colombia) y luego en los Juegos Panamericanos (en Lima, Perú). Sueño con repetir lo de Veracruz, cuando gané con 18 años y es algo que me acompañará toda mi vida”.
Nota publicada originalmente en la edición del 28 de mayo del Periódico Fedérate.
