Bill Iffrig, un competidor de 78 años de edad, que corría su tercer maratón de Boston, estaba a 15 metros de la meta, cuando la primera de las dos explosiones sacudieron la competencia.
La explosión derribó al residente de Lake Stevens, Washington y pronto fue rodeado por la policía y los funcionarios de carrera (un momento capturado por el fotógrafo del Boston Globe, John Tlumacki) lo que se convirtió en una imagen famosa de los primeros momentos aterradores del ataque.
«Eso es probablemente un segundo después de la explosión», dijo Tlumacki en una entrevista con Time. «Él fue derribado por la explosión y cayó en el suelo. Los policías están simplemente reaccionando como policías».
Pero esa imagen no reflejaba lo que sucedió después.
Un funcionario de la carrera lo ayudó a ponerse en pie, y después de que se determinó que había sufrido solo un rasguño en la rodilla, camino la distancia restante hasta la línea de meta
«Después de correr 26 millas, usted no va a parar allí», dijo Iffrig al Washington Herald.
Este ejemplar atleta, según su propio relato, ha registrado más de 46.000 millas en el camino de convertirse en uno de los corredores más importantes del país a su edad.
«No hay muchos viejos que sean tan rápidos como yo», dijo Iffrig.
No muchos tan duros, tampoco.
Tomado de: Fox