Neymar no tuvo dudas tras la celebración colectiva. Había sido el mejor del partido, la estrella de la remontada ante el PSG, pero el foco se lo había llevado Lionel Messi. Hoy hace un año, el Barcelona de Luis Enrique consiguió lo nunca visto: remontar, en 90 minutos, el desastroso 4-0 de la ida.
El verano anterior, el del 2016, el PSG y el padre del brasileño, lo tenían todo cerrado para comprar el pase del jugador y llevárselo a Francia. Pero el chico prefirió aguantar un año más en el Camp Nou. Y con la propuesta latente y cada vez más apetecible, Neymar decidió que sería el momento de comenzar a escuchar a Maxwell (ex jugador del Barça y del PSG y persona clave para que acabase marchándose el último verano) y Antero Henrique, director deportivo del conjunto parisino. Estos tenían órdenes expresas de Nasser Al-Khelaifi de convencer al atacante “costase lo que costase”.
Acabó la temporada y luego las vacaciones de los jugadores. El Barça se fue de gira por EEUU y allí acabó de definirse el traspaso más caro de la historia hasta el momento (222 millones de euros). Entre dudas, deseos y conspiraciones, Neymar anunció que dejaba el Barça a principios de agosto. Entonces fue oficial todo, aunque él, un día como hoy hace un año, decidió que debía escuchar al PSG.
