Pocos Super Bowls en la historia reciente han lucido tan parejos como se avizora el duelo del domingo entre los 49ers de San Francisco y los Chiefs de Kansas City.
Así que no es raro que el encuentro haya generado tantas expectativas.
El libreto incluye varios condimentos atractivos. Los Chiefs buscan su primer título de la NFL desde 1970, cuando ganaron el cuarto Super Bowl de la historia, en lo que fue el último duelo entre la Liga Americana y la Nacional. Al año siguiente, ambas se fusionaron y se convirtieron en conferencias.
Y Kansas City no había vuelto al Super Bowl, cuyo nombre fue acuñado por su fundador Lamar Hunt.
“Pienso que él estaría asombrado”, consideró su hijo Clark Hunt, quien ahora está al mando en los Chiefs. “Él y mi madre hablaron en realidad de eso en uno de los últimos Super Bowls a los que asistieron juntos, hace unos 15 años. Él dijo: ‘Siempre supe que esto iba a ser algo grande, pero no tanto’”.
Otra historia se relaciona con Andy Reid, cuyo currículum como entrenador de la NFL se remonta a 1999 con Filadelfia. Ostenta un anillo del Super Bowl, por su trabajo como entrenador asistente en Green Bay. Sin embargo, perdió el único Super Bowl al que ha llegado como entrenador en jefe.
“Tan sólo llegar aquí no es la meta. Lo importante es ganar para él”, comentó el tight end estelar Travis Kelce, en referencia a Reid.
San Francisco busca su sexto trofeo Vince Lombardi, con lo que igualaría el récord que comparten Pittsburgh y Nueva Inglaterra. Los 49ers pretenden además ser apenas el segundo equipo de la historia en repuntar de una foja de 4-12 en la campaña previa hasta conquistar el título.
“Ha sido un gran recorrido”, consideró el corredor Raheem Mostert, quien ha atestiguado de primera mano cómo pueden cambiar las cosas en esta liga.
Siete conjuntos lo dieron de baja. Era miembro de los equipos especiales de San Francisco antes de recibir una oportunidad. La tomó y se fue corriendo con ella.
Acumuló 220 yardas y cuatro anotaciones por tierra en el partido por el título de la Conferencia Nacional.
“Esta franquicia tiene mucha historia y logros. Desde luego que buscamos continuar con eso”, comentó Mostert, uno entre varios jugadores que prometen emociones.
Otro es Kelce, quien tal vez no sea el mejor tight end en la NFL, pero está cerca. George Kittle, de los 49ers, tiene también la capacidad de protagonizar una jugada que cambie el rumbo de este Super Bowl.
Y hay que celebrar eso, tanto como el hecho de que J-Lo y Shakira vayan a protagonizar el show de medio tiempo.
“Creo que ambos la hemos pasado bien jugando al fútbol” americano, dijo Kittle. “Pueden ver eso en los videos. Simplemente disfrutamos estar ahí con nuestros compañeros. Hacemos jugadas cuando nos las piden, y creo que ambos las ejecutamos también cuando no nos lo piden”.
Los dos equipos tienen receptores capaces de lograr grandes jugadas. En el caso de los Chiefs, se trata quizás del grupo más veloz que se haya visto en la NFL.
Tyreek Hill está seguro de ello.
“Si estoy saludable y mi mente está en el lugar correcto, trataría de llegar a los Juegos Olímpicos. Podríamos armar un equipo de relevos”, indicó. “Mostraríamos a estos chicos de la pista: ‘¡Oigan, los jugadores de fútbol (americano) también podemos hacer esto!’”.
En ese equipo hipotético figurarían otros dos receptores de Kansas City, Sammy Watkins y el novato Mecole Hardman.
“Casi parece como si ellos hubieran sacado su plantel del equipo olímpico de relevos y lo hubieran colocado en el terreno”, resaltó Robert Saleh, coordinador defensivo de los 49ers. “Eso no equivale a decir que ellos no puedan seguir sus trayectorias o atrapar el balón, porque también pueden hacerlo. Forman un grupo especial, y uno puede ver por qué han llegado acá”.
Pero también los 49ers tienen a un receptor clave, el veterano Emmanuel Sanders; a un novato sin temor a atacar cualquier zona del terreno _o del espacio aéreo_ para hacer una atrapada, Deebo Samuel, y a un talento emergente, Kendrick Bourne. Al igual que ocurre en Kansas City, todos ellos pueden marcar diferencia.
También puede hacerlo la defensiva de San Francisco, que requerirá de un funcionamiento óptimo y preciso para lidiar con quien es probablemente el jugador más electrizante de todos en este Super Bowl, el quarterback de los Chiefs Patrick Mahomes.
Los 49ers son poderosos para presionar al mariscal de campo, gracias a una tremenda línea de cuatro frontales, cada uno de los cuales es capaz de realizar capturas, incluido el novato Nick Bosa. Hace un año, los Niners jugaron tan mal que pudieron realizar la segunda selección general del draft.
Se decantaron por Bosa, un defensive end que ha sido una pieza clave para llegar a estas alturas.
Los Niners han conseguido 57 capturas en la temporada, incluidos los playoffs, con el linebacker veterano Dee Ford, Bosa, Arik Armstead y DeForest Buckner. Cada uno de ellos ha logrado al menos siete y media.
Fred Warner se ha transformado en un linebacker versátil y Richard Sherman sigue siendo un cornerback de elite en la NFL, un tipo a quien le encanta la acción y que disfrutaría enormemente interceptar un envío de Mahomes.