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Atletismo

Granada, una isla pequeña con un gran campeón

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El ganador del oro Olímpico en 400 metros está de vuelta después de su recuperación de la enfermedad de Graves-Basedow. Y con un año más hasta Tokio 2020, se está inspirando en Gail Devers, cuyo regreso en condiciones similares terminó con tres medallas de oro.

Una isla pequeña. Grandes sueños

Kirani James es una leyenda en su país de origen, Granada, la pequeña isla caribeña con una población de poco más de 100,000 habitantes.

James es su primer y único medallista Olímpico. No solo eso, logró la hazaña dos veces, con un oro en Londres 2012 y una plata en Río 2016.

Al crecer, James ya demostró tener un talento prodigioso, y se ganó el apodo de «el jaguar», ya que corrió el tiempo más rápido para un atleta de 14 años en los 400 metros con un tiempo de 46.96 segundos. No pasó mucho tiempo antes de que las expectativas se hicieran realidad y James se convirtiera en el primer corredor de 400 metros en ganar los campeonatos mundiales U18 y U20, el mundial y unos Juegos Olímpicos.

En la final Olímpica en Londres, James marcó 43.94 segundos para alcanzar el oro y al hacerlo se convirtió en el primer corredor de fuera de los Estados Unidos en romper la barrera de los 44 segundos.

Todo indicaba que iba a dominar el deporte en los años venideros.

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Kirani James a los 1705:01

Cuatro años después, en Río 2016, James era el favorito para un segundo oro Olímpico, después de una temporada invicto en la pista. Pero las cosas no salieron como estaban planeadas para el campeón reinante cuando Wayde van Niekerk se abrió camino hasta el título Olímpico en un tiempo récord de 43.03 segundos. Ese récord aún se mantiene hasta el día de hoy.

Aunque había perdido su título, la respuesta de James fue muy pragmática:

«Wayde fue simplemente increíble», dijo. “Su final fue muy fuerte y corrió más rápido que nadie en la historia. Nunca antes había estado en una carrera como esa y no había nada que pudiera hacer».

El momento que lo cambió todo

Solo un año después de Río 2016, la vida de James cambió dramáticamente.

El momento clave tuvo lugar en los Drake Relays de 2017, donde James tomó parte en su segunda carrera de la temporada. James registró un tiempo de 46.21 segundos e inmediatamente supo que algo no estaba bien.

Fue su tiempo más lento en una final desde que tenía 16 años.

“Me sentí bien durante los ejercicios de calentamiento y, aunque era el principio de la temporada, me sentí bien al comenzar la carrera. Pero después de la carrera, me llevó mucho tiempo recuperarme y pensé que algo no estaba bein, así que decidí hacerme un chequeo médico», dijo el atleta a World Athletics.

«Después de revisar mis síntomas y hacerme análisis de sangre para determinar si algo estaba fuera de lo normal, los resultados mostraron que algo sucedía con mi tiroides».

Más tarde, un especialista confirmó que James tenía la enfermedad de Graves-Basedow, una condición autoinmune que causa una tiroides hiperactiva. Si no se trata, la enfermedad causa una amplia gama de síntomas, que incluyen pérdida de peso, debilidad muscular y dificultad para respirar.

Fue el comienzo de un largo camino hacia la recuperación del velocista granadino, que perdió nueve kilos mientras buscaba el mejor tratamiento para controlar la enfermedad.

En total, estuvo fuera de la acción durante 13 meses.

Kirani James de Granada reacciona después de competir en las eliminatorias de 400 metros masculinos en el Campeonato Mundial de Atletismo de la IAAF Doha 2019.

Kirani James de Granada reacciona después de competir en las eliminatorias de 400 metros masculinos en el Campeonato Mundial de Atletismo de la IAAF Doha 2019.

Inspiración de una fuente poco probable

Cuando James recibió su diagnóstico, su entrenador inmediatamente recordó a otra atleta que había sufrido la misma enfermedad, la norteamericana Gail Devers.

La tres veces campeona Olímpica todavía estaba en la universidad cuando descubrió que tenía la enfermedad:

“Lo más extraño para mí fue perder peso. Mi peso normal para correr en ese momento estaba entre 53 y 54 kilos , dijo Devers a la CNN en 2013.

“En el peor de los casos, y digo en el peor de los casos porque dejé de subirme a la báscula porque no podía soportar la forma en que me veía, llegué a pesar menos de 38 kilos. Definitivamente, algo estaba mal».

Pero Devers no dejó que la enfermedad la definiera como atleta. Después de tres años apartada de la competición, regresó de manera espectacular, ganando el oro en los 100 m en Barcelona 1992.

La experiencia de esta verdadera leyenda Olímpica fue una inspiración para James.

«Mi entrenador habló con Gail Devers para tener más información», explicó James a World Athletics. «Solo saber que tenía la misma enfermedad, probablemente peor que yo, y que regresó es algo que me ha dado confianza», explicó.

ATLANTA - 28 DE JULIO: (LR) Gwen Torrence (EE. UU.), 3er lugar, Gail Devers (EE. UU.), 1er lugar, y Merlene Ottey (JAM), 2do lugar, sonríen en el podio mostrando sus medallas durante la ceremonia de medallas después de los 100 metros Dash en los Juegos Olímpicos de 1996 el 28 de julio de 1996, Atlanta, Georgia.

ATLANTA – 28 DE JULIO: (LR) Gwen Torrence (EE. UU.), 3er lugar, Gail Devers (EE. UU.), 1er lugar, y Merlene Ottey (JAM), 2do lugar, sonríen en el podio mostrando sus medallas durante la ceremonia de medallas después de los 100 metros Dash en los Juegos Olímpicos de 1996 el 28 de julio de 1996, Atlanta, Georgia.

Volver a la pista

James finalmente regresó en el Gran Premio de los Racers en Kingston, Jamaica, 14 meses después de su última carrera. De vuelta en su peso ideal de carrera de 79 kilos, empezó atrasado para acabar ganando una emocionante carrera en el último metro.

Desde entonces ha tenido tiempo de recuperar fuerza y forma. Pero ahora con un año extra para prepararse para los Juegos Olímpicos, ¿el aplazamiento le dará al velocista el tiempo extra que necesita para triunfar en los Juegos? Ciertamente cree que la demora no ha perjudicado sus posibilidades.

«No lo creo», respondió cuando TideSports le preguntó si sus posibilidades de ganar una medalla habían empeorado. «Al menos no en este momento. Es lo que es».

«No es culpa de nada que podamos controlar. Simplemente lo tomamos como lo que es y hacemos nuestro mejor esfuerzo para prepararnos. Esa fue la decisión que tomaron y tenemos que aceptarla. Tenemos que prepararnos lo mejor que podamos», dijo.

Y en cuanto a sus pensamientos sobre si la decisión de posponer los Juegos fue la correcta, James dijo lo siguiente:

«Que pospongan los Juegos quiere decir que se están tomando muy en serio esta pandemia. Estoy seguro de que si hubieran podido mantenerlos durante este año, lo habrían hecho. Obviamente, agotaron todas sus opciones. Es lo que es. Al final del día, la seguridad y la salud están por encima de los Juegos Olímpicos”, concluye.

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