Como hace cuatro años frente a Irlanda, Francia se jugará su plaza en el Mundial en la repesca. Esta vez, el último obstáculo se llama Ucrania, una selección que no conoce la derrota desde hace más de un año, desde el 16 de octubre de 2012 ante Montenegro (0-1): nueve victorias y dos empates.
Deschamps se jugará hoy medio billete a Brasil con un 4-3-3 (y no con su habitual 4-2-3-1) y sin Benzema. Pese a llevar cuatro goles en los últimos cuatro partidos en el Madrid (y dos en los últimos dos con los bleus), el seleccionador galo le dejará en el banquillo y su lugar lo ocupará Giroud, del Arsenal. El delantero blanco habló en Le Parisien sobre la mala racha por la que atravesó y su suplencia en Kiev: “He pasado el momento más difícil de mi carrera. Analicé este período de sequía como una falta de suerte. Todos los días se habló sobre mí. Si no estoy bien soy el primero en admitirlo. El entrenador tiene confianza en mí, pero si decide no ponerme de titular no es un problema para mí…”.
Junto a Benzema, estará en el banquillo el otro madridista bleu, Varane. El joven central se ejercitó el miércoles con un fisioterapeuta que le trató la rodilla derecha (la operada en mayo) y ayer tampoco se entrenó con el grupo. Deschamps confirmó en conferencia de prensa los problemas físicos: “Varane tiene la rodilla inflamada. Le haremos nuevas pruebas hoy”. Koscielny, del Arsenal, será el central junto a Abidal en el frío de Kiev (las previsiones hablan de que el partido se jugará a 3 grados