Repasamos algunos de los accidentes aéreos más trágicos de deportistas o clubes implicados en un incidente de estas características.
El 6 de febrero de 1958, el avión en el que regresaba el Manchester United tras disputar la vuelta de cuartos de final de la Copa de Europa ante el Estrella Roja de Belgrado hizo una parada en Múnich para repostar. La pista se encontraba helada y provocó que el vuelo nunca llegase a su destino. 23 personas perdieron la vida entre periodistas, directivos, tripulación y futbolistas como Roger Byrne, Mark Jones y Duncan Edwards, que falleció varios días después a causa de las heridas. 21 personas sobrevivieron, entre ellas el entrenador, Matt Busby, y jugadores de aquella plantilla como Bobby Charlton.
El 13 de octubre de 1972 se estrelló en la cordillera andina el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en el que viajaban 45 personas, entre ellos los jugadores del equipo de rugby Old Christians. 16 personas lograron sobrevivir al percance y al frío durante dos meses en los que llegaron a alimentarse de la carne de los pasajeros fallecidos para no perecer.