La historia se remonta a 1952, año en el que Doroteo Guamuche Flores se convirtió en el primer latinoamericano en cruzar en primer lugar la meta del Maratón de Boston, Estados Unidos, algo inédito para el atletismo mundial.
Tras la proeza, el presidente Jacobo Árbenz Guzmán rindió homenaje al atleta nacido en el Municipio de Mixco, al otorgarle su nombre al en ese entonces llamado Estadio de la Revolución que cambió a Estadio Nacional Mateo Flores en 1952. El coloso había sido inaugurado el 23 de febrero de 1950, con motivo de los VI Juegos Centroamericanos y del Caribe, hecho que marcó un precedente en el deporte guatemalteco.
64 años después de haber rebautizado al coloso de concreto de la zona 5, el pasado mes de agosto, el Congreso de la República presentó una iniciativa de ley de Urgencia Nacional, con motivo de renombrar al recinto como “Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores”, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas (que se celebra el 09 de agosto por resolución de la ONU).
El decreto número 42-2016 que oficializa el nombre del Estadio fue publicado el viernes 26 de agosto del presente año, en el Diario Oficial, entrando en vigencia el 27 de agosto.
Como preámbulo al 195 aniversario de la independencia de Guatemala, este miércoles 14 de septiembre en el palco principal del Estadio y con la presencia del presidente de la República de Guatemala, el Licenciado Jimmy Morales, el presidente del Congreso de la República el Licenciado Mario Taracena, el Licenciado Ranulfo Rafael Rojas, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el Licenciado Dennis Alonzo, Presidente de CDAG, familiares de Doroteo Guamuche Flores y autoridades del deporte, fue develada la plaqueta con el nuevo nombre del recinto como “Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores”.
Así mismo se hizo entrega de una plaqueta conmemorativa a un representante de la familia Guamuche y se ratificó la entrega de dos asientos de honor en el palco del estadio.
La historia del atleta en el deporte
Fue en 1946, en los V Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barraquilla, Colombia, cuando su nombre empezó a sonar, tras colgarse la presea de plata en el medio maratón.
Cuatro años después en los VI Juegos Centroamericanos y del Caribe en Guatemala, se llevó su primera medalla dorada en la misma prueba.
Después de coronarse en la maratón de Boston, el mixqueño fue el abanderado de la delegación guatemalteca en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.
Su historia continuó en los VII Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1954 en México, con dos primeros lugares en 5 mil metros y el maratón, y la medalla de plata en los 10 mil metros.
Un año después en los II Juegos Panamericanos en México logró la única medalla de oro para Guatemala en el maratón.
Llamado por sus amigos la “Maquina Humana”, Doroteo siguió sumando triunfos, como los siete primeros lugares en la tradicional Media Maratón Max Tott.