El Manchester United no afloja su presión para fichar a Sergio Ramos. El club inglés insiste y ha enviado al Bernabéu una oferta de 45 millones de euros por el central madridista pero el Madrid la considera insuficiente y se planta en la cifra que pide por el camero desde el inicio: 90 millones.
A Chamartín sigue llegando el mismo mensaje desde Old Trafford. Para que salga De Gea, el Madrid debe permitir que Ramos, enfrentado con Florentino, haga lo propio. El presidente blanco, que tuvo que escuchar cómo le censuraba su afición en la redespedida de Casillas (“¡Ramos no se vende!”, le gritaron) le cerró las puertas al nuevo capitán en su comparecencia ante la Prensa: “Hay futbolistas que el club no quiere que se vayan y no se van a ir…“.
El United sostiene la partida de póquer con el Madrid mientras ha reservado una importante cantidad de dinero para Ramos. Van Gaal ya ha conseguido que Ed Woodward (director ejecutivo del club inglés) se gaste 110 millones en reforzar otras posiciones (han llegado Schweinsteiger, Depay, Schneiderlin y Darmian) y ahora quiere un capo para su zaga. Con el madridista no habría problema en lo económico (le ofrecen 11 millones al año durante cinco temporadas) y el culebrón, al igual que el de De Gea, amenaza con prolongarse.