Marcelo concedió una entrevista a la web de la FIFA en la que confesó algunos detalles de su vida que le han llevado a estar ahora donde está, como por ejemplo la anécdota de su tatuaje de un VW escarabajo naranja en su brazo derecho en honor a su abuelo (algo que ya explicó hace unos meses) o la intención de jugar al fútbol sala cuando se retire definitivamente.
Centrado en el presente: «El fútbol tiene una memoria corta y para mí el título más importante siempre es el que voy a jugar».
Mentalidad ofensiva: «Yo soy defensa pero me gusta atacar».
Jugar con su hijo: «Llego a casa muerto, así que no puedo estar todo el día jugando con él, me pongo de portero y ya está».
Ayudar a los jóvenes: «Roberto Carlos me ayudó muchísimo cuando llegué al Madrid y yo intento hacer lo mismo con los jóvenes porque es muy difícil llegar al Madrid con 19-20 años. Yo he pasado por eso y he tenido la ayuda de Roberto Carlos, de Sergio Ramos, de Iker Casillas, de Míchel Salgado, de Ruud Van Nistelrooy».
A por su tercer Mundialito: «Es un desafío pero no nos fijamos en otros equipos. Nosotros hacemos lo nuestro».
Partido a partido: «Tenemos la semifinal primero y hay que ganarla para luego pensar en la final. Nuestra meta es ganar el Mundial de Clubes, que es un torneo muy importante, pero sabemos que tenemos que ir partido a partido. No podemos llegar y decir: vamos ahí a ganar y nos volvemos. No. Hay que respetar a todos los equipos, como ellos nos respetan también, y darlo todo para poder ganar este título».
Mundialito complicado: «Nada es fácil, y en el fútbol menos. Yo he jugado dos Mundiales de Clubes y he ganado los dos, pero ha sido muy difícil. Para el Madrid nunca hay ventajas. Llevo aquí muchos años y todo ha sido muy difícil. Hemos ganado muchos títulos, pero con mucho sacrificio».