Jeff Attinella es el único arquero de la MLS y quizá del mundo que puede jactarse de escribir libros infantiles. Acumula cinco, e incluso ha fundado una editorial.
“Tuve la idea de escribir estos libros simplemente porque me encanta contar cuentos de todas formas”, comentó. “Es inspirador cuando la gente encuentra una manera de contar una historia de un modo propio y único, o cuando simplemente alguien te cuenta cómo llegó al lugar donde está. Me encanta contar historias”.
En momentos en que la MLS está paralizada por la pandemia de coronavirus, Attinella ha abrazado gustoso su papel de padre. Recientemente, él y su esposa Kendall, quienes tenían ya una niña, dieron la bienvenida a un hijo.
La incursión de Attinella en los cuentos llegó en 2016, poco después del nacimiento de su hija Remy Rose. El portero, ávido seguidor de otros deportes, comenzó a idear una historia al estilo de Dr. Seuss, sobre la victoria de los Cachorros de Chicago en la Serie Mundial.
“Yo simplemente estaba distrayéndome con mi iPhone en la sección de notas, y se me ocurrió un verso infantil para mi equipo favorito de béisbol”, relató.
Mostró su trabajo a su suegro. Junta, la familia fundó una editorial, It Had To Be Told.
El resultado fue el primer libro de Attinella, “The Curse Ends: The Story of the 2016 Chicago Cubs” (La Maldición termina: La Historia de los Cachorros de Chicago de 2016).
Desde entonces, ha escrito cuatro libros más, sobre la coronación de los Cavaliers de Cleveland en la NBA (2016), la remontada sin precedente conseguida por los Patriots de Nueva Inglaterra en el Super Bowl LI, la llegada del hombre a la Luna y el más reciente, sobre el equipo de fútbol americano colegial de la Universidad de Alabama.
Attinella suele leer sus cuentos y ofrecer sus libros en escuelas de Portland. Ante las medidas de distanciamiento social por el coronavirus, está ofreciendo descargas gratuitas para los padres que ahora deben cuidar a sus hijos en casa.
“Simplemente pensé que, al hacer que estos libros estuvieran disponibles para las familias, cuyos niños podrían no estar en la escuela o que echan mucho de menos los deportes, esto podría ser deseablemente una buena manera de crear algo diferente y de generar quizás una conversación sobre momentos entrañables del deporte, o de dar a los chicos sin escuela ni deportes algo a lo que poner atención”.
Attinella, de 30 años, llegó a los Timbers en 2017, y ha jugado 46 encuentros con el equipo. Su campaña anterior finalizó de manera anticipada, cuando se sometió a una cirugía en el hombro derecho.
Steve Clark lo sustituyó temporalmente en el arco.
Una vez recuperado, Attinella estaba ansioso de volver al arco en esta campaña. Los Timbers habían disputado apenas dos duelos cuando la temporada se interrumpió por el coronavirus, el 12 de marzo.
Durante el periodo posterior de incertidumbre, la familia de Attinella disfrutó al menos un momento feliz: el nacimiento de Connor Curtiss.
“Terminamos teniendo una muy buena experiencia en realidad, considerando todo esto, pero… uno siempre se asusta cuando tiene a un niño recién nacido”, comentó.