El Memorial Coliseum de Los Ángeles fue testigo de un juego entre Costa Rica y Guatemala camino al Mundial de Francia 1998.
Esto sucedió en noviembre de 1996 y fue el partido de reposición por la tragedia en el Mateo Flores un mes antes.
En aquella oportunidad los chapines se impusieron 1-0 con anotación de Juan Carlos Plata y complicó a La Sele que era dirigida por Valdeir ‘Badú’ Vieira.
En territorio norteamericano también se disputó una final entre Costa Rica y Guatemala rumbo a Corea y Japón 2002, donde Costa Rica se impuso 5-2 con una gran actuación de Paulo César Wanchope y Rolando Fonseca.
Este cotejo se jugó en el desaparecido Orange Bowl y sentenció la eliminación chapina.
Además la historia recuerda otro encuentro en la Copa Oro de 1991 con triunfo para Costa Rica 2-0 jugando en Pasadena, California.