El Chapecoense planea un velatorio colectivo en su estadio esta semana para honrar a los futbolistas, el cuerpo técnico y los empleados del club que fallecieron en la tragedia aérea en Colombia y permitir que los aficionados, que este martes realizaron una vigilia en el Arena Condá, despidan a sus ídolos.
Un avión que transportaba a Chapecoense para jugar el partido más importante de su historia se estrelló el lunes por la noche en una zona montañosa del noroeste de Colombia, accidente en el que murieron 75 personas.
«Nuestra idea es hacer un velatorio colectivo en nuestro querido estadio (…) porque todas las personas quieren mostrar su apoyo, darse un abrazo», dijo el vicepresidente de Chapecoense, Ivan Tozzo.
Las escuelas de Chapecó, una ciudad de unos 210.000 habitantes, suspendieron las clases por dos días. Este martes, cientos de seguidores vestidos con los colores verde y blanco del club se reunieron en el estadio desde la mañana para homenajear a los fallecidos. Chapecoense, un modesto club fundado hace tres décadas, iba a jugar la final de la Copa Sudamericana ante Nacional de Colombia.
Fuera del estadio se erigió un altar improvisado, en el que los hinchas dejaron camisetas del equipo, velas, flores y mensajes. Una carta de un niño resumía el meteórico ascenso del club, que pasó de la serie D a la élite del fútbol brasileño en seis años: «No se cansó de subir y ahora está en el cielo».
El presidente de Chapecoense, Gelson Dalla Costa, afirmó que los médicos del club están viajando a Medellín para auxiliar en el reconocimiento de los cuerpos. Los demás jugadores y familiares de las víctimas irán el miércoles a Sao Paulo, donde se hará la identificación de los fallecidos, agregó el vicepresidente Tozzo.