El FC Barcelona quiere que Leo Messi (33 años) siga siendo el pilar del proyecto deportivo. Empezando por el presidente, siguiendo por el secretario técnico, Ramon Planes, y también para el nuevo entrenador, Ronald Koeman.
El delantero argentino está enfadado y muy disgustado tras la humillación de Lisboa, como ya informó este diario. Leo se llevó un disgusto de los más grandes de su carrera, un bajonazo anímico que le llevó a replantearse todo. El pasado jueves se reunió con su nuevo entrenador, Ronald Koeman, quien había dicho públicamente que quería verse con él y que le considera el pilar de su proyecto deportivo. Tras la reunión, ni el jugador ni el club ofrecieron ninguna versión de la conversación. Sin embargo, RAC1 desveló que Leo le había dicho a Ronald que, en estos momentos, se ve más fuera que dentro del Barça.
Al conocerse esta noticia, la reacción del club azulgrana fue la de no querer comentar esta información y se limitó a recordar que Leo tiene contrato en vigor, que se cuenta con él y que no iban a comentar el encuentro del capitán y el técnico. De hecho, desde el club se asegura que el contenido de la a conversación, en el Barça, sólo lo sabe Koeman y que ni Bartomeu ni Ramon Planes han querido saber, por decisión propia, cómo fue para no que se diga que ellos han podido filtrar su contenido. Aceptada esa versión, es obvio que si hay una situación límite el entrenador debe informar a su presidente.
En todo caso, la versión que emana del FC Barcelona es que Messi es intransferible, es decir, que no está en venta. Es posible que algún directivo piense que quizás su venta sería positiva, pero quien realmente manda que es el presidente Bartomeu tiene muy claro que no es buen negocio perder al jugador más importante en la historia del club. Por ese motivo, mientras el Barça lo tenga atado contractualmente, no quiere desprenderse de él. Y si él pide salir, se le remitirá a su cláusula de 700 millones.
Y no por fastidiarle, sino porque Messi es el mayor argumento ofensivo en goles, asistencias y desequilibrio y no se quiere perder. Además, también es el mayor reclamo comercial del club. Por tanto, poniéndose en el caso de que si se le pierde, debe dejar una enorme cantidad de dinero con la que intentar paliar su baja, porque eso con un solo jugador, por bueno que sea, no se consigue. En el club entienden el enfado de Messi, pero en la cúpula le consideran tan culé que creen que siendo el emblema y el capitán del equipo querrá liderar la regeneración.