Conscientemente o no, el Barça está jugando con fuego, con Messi. Las declaraciones de Javier Faus, vicepresidente económico del club, en RAC-1, en las que aseguraba que “no veo motivo alguno para mejorar el contrato de un señor al que se le revisó el mismo hace dos años” refiriéndose a Leo sólo pueden encuadrarse en el desafío a la estrella o en la más absoluta temeridad.
El entorno de Messi recibió en verano tres ofertas para que Leo abandonara el club: Del PSG, del Manchester City y del Real Madrid. A todas dijo Leo que no con la esperanza de que a inicios de 2014 se le revisaría el contrato. Especialmente, cuando sus agentes se enteraron de la ingeniería financiera del fichaje de Neymar que convertía al brasileño en el mejor pagado por encima de La Pulga.
Pues bien, ayer, Faus envió un torpedo a la línea de flotación del cuatro veces Balón de Oro al despreciar cualquier opción de mejora de su salario y encima, dirigiéndose a él en público como “un señor al que se le revisó el contrato”. Estas palabras llegaron ayer por la tarde a Argentina y sentaron como un tiro en el entorno del ‘10’ blaugrana.
Alarma. El barcelonismo empieza a ver que algo no funciona con Messi y por primera vez en mucho tiempo empiezan a ver la posibilidad de que el argentino pueda irse del Barça.
Faus, en la misma entrevista, negó esta posibilidad de manera rotunda: “Mientras Sandro sea presidente, hay cero opciones de vender a Messi”.
Horas más tarde, el exdirectivo Albert Perrin resumía el sentir de muchos culés en ‘La Xarxa’: “Me da miedo que digan que Messi no se irá. Cuando lo dicen me preocupa. Es como cuando uno dice que confiamos en el entrenador”.