La caída virtual del Barça en los octavos de final de la Champions tiene graves consecuencias estructurales a niveles individuales y colectivos. A nivel de institución, y si se confirma la eliminación de los azulgranas, sería la primera vez que los de Luis Enrique quedan fuera tan pronto en una década. Desde la temporada 2006-07 el Barça no cae en octavos de final. Fue ante el Liverpool en una eliminación que preparó la caída del equipo de Rijkaard. Desde entonces, el Barça llegó a semis (2008, 2010, 2012 y 2013), fue campeón (2009, 2011 y 2015) y cayó en cuartos ante el Atlético en 2014 y 2016. A los dirigentes, e incluso los jugadores, se les llena la boca en ocasiones hablando de que el Barça es el mejor club del mundo pero este sería el segundo año en el que cae directamente del podio porque no está en semifinales.
La caída ante el PSG también puede tener consecuencias individuales. Messi, que había empezado en racha, aparentaba estar a gran nivel y apuntando a partido grande, fracasó en el Parque de los Príncipes y el 4-0 puede producirle un daño irreparable si en su punto de mira estaba conseguir el sexto Balón de Oro. Fuera de la Champions si se confirma y sin Copa América ni Mundial, se antojaría imposible que el argentino lo conquistase.
