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Edwin Galicia, el raquetbolista tenaz

Más de 10 años desde su debut en el alto rendimiento, el jugador Edwin Aroldo Galicia Lutin disfruta del mejor momento de su carrera, tras haber conquistado recientemente la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Ráquetbol.

Su perseverancia para superarse, el apoyo de su familia y la ambición por dejar su propio legado, le han permitido a Edwin cumplir sus metas en eventos fundamentales entre 2023 y 2024.

A sus 30 años, Edwin vivió una jornada de ensueño el 28 de agosto cuando junto a Ana Gabriela Martínez, ganando el bronce en dobles mixtos en el XX Campeonato Mundial IRF en San Antonio, Texas, Estados Unidos.

A pesar de los altibajos que afronta como cualquier otro deportista de élite, Edwin se mantuvo firme en sus objetivos y poco a poco ha encontrado sus recompensas.   

Galicia, padre de una niña de 9 años y quien también se dedica a formar jugadores de ráquetbol, conversó con CDAG sobre su logro reciente, hizo un repaso sobre su trayectoria y habló sobre las enseñanzas que le ha dejado el deporte. 

Logro de clase mundial

Con una mezcla de satisfacción y alivio, Edwin reflexiona sobre su experiencia en el Mundial. “Me costó mucho porque pasé meses con dolor por una lesión en el antebrazo. Fue un proceso largo y por eso la medalla en el Mundial es la más significativa”, expresó.

Y recordó con emoción el momento crucial en el que ganó el bronce: “Sentí una paz inexplicable cuando Gaby (su compañera en dobles) ganó el último punto del juego que nos dio la medalla”, manifestó.

Edwin admite que después de tantos años de trabajo arduo por fin “todo valió la pena”, gracias a “mi enfoque en cada punto” y al soporte de su fisioterapista y psicóloga.  

En el Mundial de la IRF en Texas, Edwin también confiesa que se “sacó una espina” ya que el año pasado se había quedado a un paso de cuartos de final, no sin antes: “jugar uno de los mejores partidos de mi carrera” en el que venció a uno de los favoritos. 

El que persevera, alcanza

Desde su estreno en el ciclo olímpico en los Juegos CA San José 2013, Edwin anheló triunfos importantes, sin embargo, los resultados no siempre son los esperados: “Es duro afrontar las derrotas. Y después de muchos años le decía al gerente de la Asociación que ya era tiempo de ganar algo. Tenía como inspiración los logros de Gaby (Martínez) y me dije, quiero sentir que es ganar como ella y dejar mi legado”, reconoce.

Edwin asegura que lejos de bajar los brazos, siguió siendo constante en los entrenos y junto con el equipo multidisciplinario de la Asociación se fue fortaleciendo técnica y mentalmente: “Dando siempre el máximo, me di cuenta de las oportunidades grandes que tenía. Además, maduré como jugador y como persona; aprendí a manejar los nervios y la presión”, añade.

El camino hacia su realización 

Edwin recuerda que sus inicios en el deporte fueron jugando fútbol en el Campo Marte, pero luego aprendió sobre el ráquetbol.

“Una tía era gerente del Club La Villa y me invitó a probar los deportes de raqueta. Entrenando en ráquetbol me vio uno de los jugadores y técnicos (Juan José Salvatierra) y me impulsó a seguir llegando”, rememora.

“Me gustó la competencia individual, el ambiente para hacer amistades y desarrollar nuevas habilidades”, afirma.

Con el paso del tiempo y ya destacando a nivel junior, tuvo una revelación: “veía a Juan José jugar y viajar para representar a Guatemala con una camiseta del Comité Olímpico y yo dije que algún día haría lo mismo”, confiesa. 

“Allí empezó mi lucha para conseguir la camiseta con mis propios méritos y gracias a mi dedicación y esfuerzo por fin lo conseguí”,  recapitula.

Y recuerda con nostalgia: “debuté en San José 2013 y me sentí realizado de cumplir mi meta de convertirme en seleccionado”.  

Respaldo incondicional 

A lo largo de su carrera, con triunfos y derrotas, Edwin asegura que el apoyo de su familia ha sido fundamental: “Mi esposa y mi hija son lo más importante en mi vida. Mi esposa me conoció siendo deportista y siempre ha estado alentándome aun en las derrotas. Mi hija me dice que está orgullosa de mis logros y que quiere ser como yo”, admite. 

Dentro de los logros más relevantes en la trayectoria de Edwin están las tres medallas (plata y dos bronces) en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 y la de bronce en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. 

Pero lejos de conformarse, Edwin ya avizora las nuevas oportunidades de trascender portando los colores azul y blanco: “El otro año quiero buscar la clasificación a los Juegos Mundiales (en Chengdu, China) y empezar a enfocarme en los eventos del ciclo olímpico. No sé si será mi último, pero esa es mi proyección”, concluye.  

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